PODEMOS PARAR EL TIEMPO
En mi opinión, todos tenemos la posibilidad de realizar la magia de parar el tiempo cuando así lo deseemos.
Digo parar el tiempo, no parar el reloj porque eso es imposible.
Digo tener la consciencia bien entrenada y siempre muy atenta para que cuando nos demos cuenta de que se va a producir o se está produciendo un momento especial, dejemos todo de lado, olvidemos cualquier cosa que no tenga que ver con lo que sucede o va a suceder, paremos nuestro tiempo para que podamos permitirnos quedar totalmente inmersos en la experiencia… y vivirla -VIVIRLA, está mejor dicho- en toda su plenitud, con totalidad, sin dejar desatendido ni un solo instante, ni un solo sentimiento, sin perderse ni uno solo de los segundos, ni un matiz, ni un escalofrío, ni un suspiro.
¿Cómo podemos para el tiempo? Centrándonos exclusivamente en lo que estamos viendo, sintiendo, pasando. Quedándonos absortos en ello y excluyendo de nuestra mente cualquier otra cosa que no sea atender ese momento. Eliminar de nuestra atención otras cosas, no pensar en ese mismo tiempo si es lunes, si hace calor, o qué comiste ayer.
Podemos parar el tiempo para concentrarnos exclusivamente en lo que nos resulta agradable, enriquecedor, amado, y convertir un solo segundo de esa experiencia en infinito atesorándolo con todo sus matices, dejándose embriagar por la vivencia, comprendiéndola sin pasarla por la mente, directa al corazón, colocándola en la mejor parte de la historia personal para siempre.
Y esto ha de partir de la decisión de tomarse la propia vida más en serio, sacándola -y sacándose- de la rutina en la que caen otros, eligiendo que uno quiere involucrarse más, del todo, que uno quiere que en su vida haya algo más que rutina y sinsabores, que uno quiere ser el creador de su propio Universo Personal, y que está dispuesto a colmarlo de magia, de emociones buenas, y de momentos de luz y amor.
Parar el tiempo es el hecho de captar plena y totalmente los momentos para eternizarlos. En las cosas que se pretenden recordar para siempre son más importantes las emociones y sentimientos que tenemos asociados al hecho que el propio hecho en sí -del que se irán borrando poco a poco algunos detalles-, pero siempre permanecerá el sentimiento que nos disparará automáticamente una sonrisa o una tristeza. Por eso es tan importante dejar que las emociones y los sentimientos estén del todo presentes en los momentos, porque son ellos lo que van a darle vida emocional a esos presentes que se irán directamente al recuerdo, pero… si lo hacemos bien, ocuparán un lugar preferencial y para siempre.
La intensidad y la grandeza de los hechos que vivimos son directamente proporcionales a la intención y el énfasis que apliquemos al vivir esos hechos.
Sólo de nosotros depende que dejemos ir un momento vacío –y hay muchos momentos que son y tienen que irse así- o que lo llenemos de tantas cosas –preferiblemente buenas- que no quieran desaparecer de las memorias: ni de la memoria histórica ni de la sentimental.
Todo lo anterior es el preámbulo para llegar a esta propuesta: ser conscientes.
Propuesta que se puede ampliar añadiendo que darse cuenta es el primer paso, que sumirse plenamente en ello es primordial, que todo lo anteriormente expuesto depende exclusivamente de uno, y que cualquiera que quiera hacerlo –sea cual sea su situación personal- puede y debe hacerlo.
¿Lo vas a hacer tú?
Te dejo con tus reflexiones…
Francisco de Sales
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