EL COMPROMISO EN EL DESARROLLO PERSONAL
“Hay una verdad elemental cuya ignorancia destruye incontables ideas y espléndidos planes: Cuando alguien se compromete definitivamente, la Providencia también hace lo suyo. Empiezan a producirse las cosas más variadas que ayudan, cosas que de otro modo nunca se hubieran producido...
Todo lo que puedas hacer, todo lo que sueñes hacer, empieza a hacerlo.
La valentía tiene ingenio, poder y magia.
Empieza a hacerlo: ahora”.
(Goethe)
En mi opinión, muchas personas que dicen estar comprometidas con una idea o una decisión en el Camino del Desarrollo Personal difícilmente superarían una prueba seria de demostración de la veracidad y fortaleza de esa afirmación.
La mayoría de los compromisos “serios” que se adquieren se diluyen rápidamente una vez pasada la euforia inicial.
Un compromiso auténtico exige una responsabilidad firme y una fortaleza de ánimo y voluntad que empujen constantemente para llevarlo adelante.
Muchas personas se auto-engañan con mentiras disfrazadas de verdades serias. Toman decisiones con la intención mental de que sean consistentes y duraderas, pero cuando su cumplimiento exige esfuerzo, constancia, o sacrificio, se van disolviendo, se auto-liquidan, desaparecen del lugar preponderante de las intenciones y se van retirando, poco a poco, hacia el olvido.
En cambio, cuando uno toma un compromiso consigo mismo o frente a los demás, y mientras no cambie de idea primordial con respecto al mismo, debe mostrar una actitud estable, sólida, convencida y convincente, una firmeza imbatible, y una buena continuidad de un ánimo persistente y solidario que le acompañe en el cumplimiento del mismo.
Y si el compromiso está relacionado con un asunto serio, como es el Desarrollo Personal, entonces las excusas comienzan a ser inaceptables, las mentiras son imperdonables, y el incumplimiento es un asunto grave.
En un compromiso uno empeña su Palabra de Honor, su dignidad, el Amor Propio –o sea, el amor hacia sí mismo-, la lealtad que se debe, y su auténtica voluntad, por lo que una vez que se adquiere ya no son aceptables las vacilaciones, los aplazamientos, las caídas y los decaimientos –salvo que duren solamente unos segundos-, porque un Desarrollo Personal es un Camino de esfuerzos que aportan resultados satisfactorios, en el que aparecen cosas desagradable relacionadas con uno mismo, en el que se destapan asuntos casi olvidados de los que uno no se siente del todo satisfecho, y en el que las pequeñas satisfacciones se convierten en grandes satisfacciones. Hay cosas agradables y cosas desagradables.
Por eso en necesario ser muy consecuente con el cumplimiento del compromiso, porque van a aparecer muchas razones para dejarlo todo tapado y bien tapado y olvidarlo con la inútil intención de que desaparezca ello solo y por las buenas, porque se van a presentar situaciones dolorosas que van a invitar al abandono del Camino, porque nunca es fácil enfrentarse a los propios demonios, a la oscura Sombra, a los arraigados miedos, y la tentación de la huída se repite una y otra vez y con fuerza.
El Camino del Desarrollo Personal es un camino hacia el Amor Propio. Es el mayor acto de amor que uno se puede ofrendar a sí mismo. Es, tal vez y para la mayoría de las personas, el Sentido de la Vida.
Y como tal hay que afrontarlo y tratarlo.
Y el compromiso es –como ya queda dicho y demostrado-, en este caso, absolutamente imprescindible y necesario.
De su cumplimiento dependemos.
Te dejo con tus reflexiones…
(Leer sin reflexionar es una tarea inútil – Confucio)
Francisco de Sales
(Si te ha gustado, ayúdame a difundirlo compartiéndolo. Gracias)