EXCUSAR AL JURADO

Muchos de nosotros vivímos bajo la tiranía se un jurado interiorque diríase que ansía declararnos
culpables por la mínima violacion de las normas. Si tenemos la tendencia a juzgarnos constante
mente, creamos en nosotros un estado de estrés y desazón permanentes. En lugar de mantener
esa situación en la que parece que estemos sometidas a antagónicos consejos que nos acusan,
podemos atraer a nuestras vidas consejos alentadores y comprensivos.

Para ser capaces de transformar nuestro jurado interior debemos estar profundamente conven
cidos de que tenemos derecho a ser quienes somos y lo que somos. Con gran empeñoy disciplina,
podemos cambiar el jurado por un cariñoso y alentador grupo de consejos éticos. No debemos
dudar de que tenemos la capacidad de convertir los retorcidos jueces de nuestro reparto de
caracteres interiores en benevolentes admiradores.

Tómate unos minutos para recordar un momento en el que tu jurado interior te haya reprendido.
Escucha lasvoces interiores, sin tratar de cambiarlas. Fíjate en tus sentimientos cuando te
echaba la arenga. Retrocede un poco y visualiza quien te hablaba. Pon caras a los miembros
del jurado, imagínatelos con todos los detalles que puedas.

Ahora pide ayuda a un consejero cariñoso y sabio que te pueda ayudar a sustituir ese caótico
jurado por el club de fieles eguidores. Si el consejero que aparece no está totalmente a favor
de la transformación, no es la persona adecuada. Invítale a irse y pide a tu verdadero/a conse
jero/a que aparezca en tu mente. Con su ayuda, visualiza la sustitución de cada miembro del
jurado por un animador benevolente. Cuando la imagen de tu club de seguidores esté completa,
tómate unos momentos para disfrutar de su aceptación y ánimo.




TENGO DERECHO A SER YO.
iNVITO A MI VIDA INTERIOR Y EXTERIOR A
PERSONAS QUE ME APOYEN Y ANIMEN.
TENGO EL PODER DE CAMBIAR LO QUE
YA NO DESEO



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