Charla con un estudiante, mayo 2006
Charla realizada con un estudiante aproximadamente un mes y medio después del accidente de Sesha, y horas después de que un médico indígena lo tratara con remedios típicos de su cultura, con el fin de ayudarle a paliar el malestar.
¿Cómo te sientes después de tomar medicinas sagradas de tu tierra?
Un poco mareado. Ando en no-dualidad, me siento en esta Tierra y fuera de ella.
Y ¿sientes dolor?
Menos...
¿Crees que fue bueno, que te hizo bien?
Sí, creo que fue bueno... pero el cuerpo dice lo contrario.
¿Vives la no-dualidad igual que sin la medicina sagrada que te han dado?
La medicina sagrada ayuda, al parecer es más fácil lograr el estado, la mente está como adormecida.
¿Te sientes en todas partes? ¿Sientes que todo está en todo?
No me quiero dejar llevar... va y no vuelvo (risas)
¿En serio?
Sí, vine de la muerte a vivir y a enseñar.
¿Te cuesta quedarte?
No lucho, es que te atrapa AQUELLO.
¿Estuviste en mundos no-duales, verdad?
Sí, he pasado un par de horas allí.
Y ¿puedes hablar de ello?
No, no hay palabras, sólo certezas. Cuando lo absoluto te cubre, no te deja poseer nada.
¿Cómo volviste?
... Creo que me escupió (risas).
Es raro, ¿no?
No. Ya te acostumbras... Es como todo.
¿Lo recuerdas bien?
No es un recuerdo... Es como el amor, no es un recuerdo, es una certeza.
¿Sabes por qué volviste?
El prarabda es el que manda, él controla todo.
Es difícil entender...
Sí, si lo piensas...
Sin haberlo experimentado, es difícil no pensarlo para entenderlo.
Supongo. Sin embargo, el amor no es un recuerdo y de ello no dudas.
Pero lo he experimentado. ¿Las certezas también se pierden?
No, ellas no nacen, siempre han estado, simplemente tú crees que las posees. Sólo se es conciencia.
Cuesta vivir desde allí.
No, si no lo piensas.
No puede ser sólo eso.
Es sólo cosa de no pensar.
...Hay que romper hábitos, aprender de nuevo. Eso no es sólo no pensar.
Los hábitos son también pensamientos.
Cuando actuamos por hábito ¿estamos pensando?
Es simplemente el hábito de no sentirte poseedor de lo que piensas, pero también es un pensamiento.
Y cuando se aprende a no pensar, ¿no se está en el hábito de no pensar?
No se aprende a no pensar. ¿Tú aprendes a amar?
Sería entonces, conocer el no pensar, ¿conocer sin pensar?
Cuando conoces, en ese instante no piensas.
Y ¿mantenerse ahí no crea hábito?
No, pues AQUELLO no tiene raíz en nada previo... Los hábitos sí, en experiencias previas.
Entiendo.
No puedo pensar. Hoy no tengo mente para nada que no sea metafísico.
Estás muy lúcido...
Tengo una lucidez brutal. Podría hablar de la más alta metafísica por horas.
Tu lucidez traspasa tu cuerpo, ¿no?
Sí.
¿Lo traspasa todo?
Sí. Estoy lleno de nada...
Y lo llenas todo...
La no-dualidad es un imán, te atrae, se apodera de ti, y sin embargo tú cedes ante el espectáculo de su presencia.
Te arrobas ante la sutilidad del vacío mismo y lloras de no poder atrapar tanta magnificencia.
¿Por qué lloras por no poder atraparlo, si no se puede atrapar nada allí?
Antes de disolverte totalmente, y por la costumbre de ser poseedor, deseas inconscientemente ser amo del amor. Sin embargo, al instante siguiente, el agua se disuelve en el agua y el espacio en el espacio.
Y ¿por qué lloras entonces? ¿Es la misma magnificencia la que desencadena el llanto? ¿Es expresión humana de tanta grandiosidad?
Sí, así es. Es muy bella tu descripción.
Cuando intentas contener en tus límites lo ilimitado, finalmente algo escapa: el llanto.
Entiendo. Es imposible contenerlo en los límites humanos, ¿no es así?
Así es.