Cuando me levanto por la mañana, lo primero que pienso es en algo futuro. Por ejemplo: "¿qué voy a desayunar?". ¿Cómo se hace para estar siempre en el presente sin morirnos de hambre o de inactividad?
Sabemos que el Sol no gira alrededor de nuestro planeta; sin embargo seguimos viendo cómo sale por el este y se pone por el oeste. Esta percepción no nos afecta porque no nos la creemos. Lo mismo ocurre con el tiempo: el movimiento lineal del tiempo desde el pasado hacia el presente y el futuro no existe; sin embargo seguimos percibiéndolo. La diferencia con respecto al ejemplo del Sol es que ―en este segundo caso― sí nos creemos nuestra percepción del movimiento lineal del tiempo; pero que nuestra percepción del tiempo sea falsa no significa que tengamos que evitar el pasado o el futuro, sino que estos ya no son causa de preocupación ni de sufrimiento.
Tenemos la idea de que el presente es el espacio temporal entre el pasado y el futuro, pero no es así: el presente es el espacio donde el tiempo no existe.
Como yo sé que el Sol no da vueltas alrededor de la Tierra no me dejo engañar por mi percepción. Como sé que el tiempo no existe no me dejo engañar tampoco por esta percepción. No me preocupa si mi cerebro piensa que va a comerse unas tostadas dentro de un par de horas porque sé que no existe el tiempo lineal.
Lo que tratamos de hacer con estas preguntas es ordenar nuestra mente atemporal desde nuestra perspectiva temporal de la vida y eso nos lleva a concluir que es malo planificar desayunar unas tostadas porque entonces no estaremos viviendo en el presente; pero las tostadas no tienen ese poder de sacarnos del presente, al menos no las que yo compro en el supermercado de abajo de mi casa.
No existe nada en este mundo que pueda sacarnos del presente. Tratemos de encontrar un solo instante en el que no estemos en el presente. Puede que no seamos conscientes del presente pero eso estará ocurriendo también en el presente.
Hemos comprendido intelectualmente que sólo existe el presente pero no lo experimentamos. Al no hacerlo no lo comprendemos y entonces tratamos de evitar el futuro y de rechazar el pasado para poder estar en el presente. Esto no es ser atemporal; es ser esclavo del futuro y del pasado pues parecen ser los culpables de que no estemos en el presente. El presente no tiene ningún problema con el pasado ni con el futuro porque sabe que no existen.
Disfrutemos de nuestro pensamiento "voy a hacerme una tostada" porque está teniendo lugar sólo en el presente igual que el momento en el que nos la estamos comiendo; por lo tanto el tiempo no nos afectó, no nos afecta ni nos afectará. Solamente si nosotros lo permitimos podría afectarnos la creencia de que planificar comernos una tostada para desayunar puede sacarnos del presente; pero observemos que lo que nos afecta es aquello que nosotros decidimos creernos y no, en cambio, pensar en la tostada.
Yo ya sé que soy unidad, pero ¿cómo vivir en la unidad cuando veo dualidad?, ¿cómo vivir en un mundo que veo dual?
La unidad lo es todo, y por lo tanto también es la dualidad. Cuando rechazamos la dualidad para encontrar la unidad en realidad tratamos de alejarnos de la unidad. Sólo alguien que tiene miedo de la unidad se pregunta estas cosas imposibles de ser respondidas para no obtener nunca una respuesta satisfactoria y poder seguir buscando y buscando la unidad. Hacer esto es una paradoja porque nosotros, que buscamos la unidad desde nuestra visión dual, ya somos la unidad. Entonces conócete a ti mismo.
Sergi Torres.