LOS NUEVOS MANDAMIENTOS
SÉ TÚ MISMA
Sé una persona de esas que tienen un claro conocimiento de quiénes son, que tienen criterios e ideas propias, que saben defender sus posturas con firmeza pero sin fanatismo ni testarudez, que son capaces de darse cuenta de sus errores, si los tienen, y no cambian de personalidad dependiendo de con quién estén.
ADÁPTATE
Siente que eres el otro cuando estés con el otro; renuévate, no te niegues la posibilidad de crecer y aprende a sobrevivir en cualquier circunstancia; cambia lo que veas que tienes que cambiar sin miedo. Lo nuevo puede ser enriquecedor. No te opongas frontalmente, sé astuta y adáptate sin renunciar a ti.
TEN UN BUEN CONCEPTO DE TI MISMA
Siéntete bien contigo, alégrate de los momentos en que puedes estar contigo a solas; valórate con justicia, revisa el concepto que tienes de ti y actualízalo; confía en tus capacidades, y aprende cuanto sea necesario para mejorar como persona; procura desarrollar tu inteligencia; valórate por lo que eres y no por lo que tienes.
SÉ RESPONSABLE
Responsabilízate de todos tus actos, de todos tus pensamientos, de tu vida. Ten una vida responsable que te pertenezca y que vaya por el camino que tú deseas que vaya. Sé responsable de tus estados de ánimo, de tu humor, de tu serenidad, de tus palabras, y de tus silencios.
BÚSCATE
Nunca termines el encuentro con la totalidad de ti misma; cada descubrimiento aporta una sensación de paz y de acercamiento a lo que intuyes como el conjunto perfecto, que anima a seguir a pesar de las dificultades que van apareciendo y de los momentos difíciles.
APRENDE A DECIR “NO”
No permitas que te roben tu tiempo ni tu energía los sinvergüenzas, los iracundos, los encolerizados, los negativos, los crueles, los agresivos, los inhumanos, los tiranos, los aprovechados, los falsos, los tóxicos, los que te menosprecian… ninguno de todos aquellos que te dejan una desagradable sensación cuando están a tu lado.
SÉ TU MEJOR AMIGA
Si consigues ser tu amiga, serás una buena amiga para los otros. Si tú te aceptas como eres, los otros te aceptarán. Sé comprensiva contigo, y perdónate todo aquello que tengas que perdonarte. Busca tu equilibrio, tu sinceridad, eso tan bello que guardas dentro de ti. Apréciate por cómo eres. Elimina esos pensamientos por los que te encuentras despreciable o poco interesante: eres un ser humano en proceso de perfeccionamiento. Y este es un buen motivo para amarte sin condiciones.
CUÍDATE
Nadie ha estado en todo instante a tu lado desde que naciste, ni nadie ocupará tu sitio el día de tu muerte, salvo tú. Sólo te tienes a ti aunque parezca que tienes alguien más. La responsabilidad de ti es tuya. Y de nadie más. Esto no sólo quiere decir que no tienes que encargarle a otro esta tarea, sino que es una maravilla que puedas ser tú, precisamente, quien te cuide, quien te mime, quien te aporte caricias y buenos deseos. Cárgate de optimismo y vitalidad, por si llegan momentos duros. No permitas que los otros te agredan, verbal o moralmente. Ten la suficiente fortaleza para no depender de ellos. Sólo tú seguirás contigo, pase lo que pase.
VIVE EL INSTANTE
Disfruta cada instante, cada momento, cada respiración, cada amanecer, cada música, cada emoción… la vida está llena de instantes, y los instantes cargados de sensaciones. No pierdas ni uno sólo de ellos. Estás aquí para vivir, y no para otra cosa. Disfruta. Sé alegre. Sé consciente. Encuentra la alegría en la vida y en lo cotidiano. Los instantes menos buenos vívelos también con plenitud: son tuyos, te pertenecen, aprende de ellos, o haz con ellos lo que creas conveniente, pero sé consciente de ellos. Los instantes son irrepetibles e irrecuperables, no lo olvides.
SÉ AMABLE
“Amable”, quiere decir “digno de ser amado”. Es una bellísima expresión. Sé amable. Pórtate de tal modo que puedas ser digna de ser amada.
También es muy importante ser afable, educada, entrañable, próxima, cordial, y muy humana. Trata bien a la gente con la que tengas que tratar, sé buena persona, y sé sociable con las personas y cariñosa con los seres queridos.
ACEPTA LO QUE ES Y LO QUE HAY
El mundo no va a cambiar para ti, pero tú puedes cambiar la visión que tienes del mundo, y puedes aceptar las cosas que son y lo que hay. Son la realidad, aunque no te guste. Luchar contra ello es una batalla perdida de antemano. La utopía no pasa de ser utopía. Céntrate en las soluciones y no en lo que te parezcan problemas. Si no aceptas que estás despeinado, no te peinarás. Si no aceptas lo que es y lo que hay, no podrás cambiarlo.
SÉ BUENA
Que tu máxima aspiración sea ser una buena persona y una persona buena. El resto de cualidades quedan enmascaradas tras estas. Practica la bondad, potencia lo mejor de ti, sé correcta en tus acciones y justa en tus opiniones, estudia tu espiritualidad, interésate por los otros y por sus problemas. Haz el bien.
SÉ FELIZ
Que ese sea uno de los motivos esenciales e irrenunciables en tu vida. Que no falte felicidad. Es lo mejor que una puede hacer por sí misma y por los otros, porque la felicidad siempre es evidente y puede ser contagiosa. No hay una apetencia insana en ello, ni una ambición avariciosa, sino el cumplimiento del deseo del Creador.
Te dejo con tus reflexiones…
Francisco de Sales
Francisco de Sales
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