El DON DE AMAR
Si yo te amo y tú no me amas ¿qué sucede? Poca cosa. Incluso puede ser incómodo para ti. Si yo te amo y tú me amas ¿qué sucede? Entonces eres feliz ¿Por qué eres feliz? ¿Por mi amor? Recuerda el caso anterior y te darás cuenta que eres feliz porque me amas. Mi amor no es suficiente, hace falta que despierte tu amor y eso es lo que te da la felicidad.
Cierto que tu amor necesita una excusa, al igual que el meditador necesita un soporte para su meditación, tu amor necesita una excusa, algo que le permita surgir. Cuando surge eres realmente feliz.
El amor es un don que todos tenemos y surge cuando sabes alimentarlo pero si no hay alimento, si ni siquiera tú sabes amarte, el don del amor se convierte en una enorme necesidad, necesidad de ser amado.
No es lo mismo ir al otro desde tu necesidad que hacerlo desde tu grandeza, tu capacidad de amar. Si vas desde tu necesidad solo vas a ver tu necesidad y eso es normal. Es como el que tiene una sed infinita, primero toma el vaso de agua que le das y tras beber, podrá darte las gracias., antes le será difícil porque la urgencia de su sed se lo impide. Así tras colmar tu necesidad de amor, el amor puede surgir en ti.
Todo ser humano es las dos cosas. Un príncipe, un dios viviente lleno de amor que puede dar y también un mendigo, alguien tan sediento de amor, que le es difícil ver otra cosa más allá del vaso de agua que necesita. Cuando el príncipe comprende y acoge al mendigo, cuando eres capaz de aceptarte y estar contigo, estar en ti y en lo que necesitas, entonces podrás amarte y sabiendo amarte, podrás alimentar también a tu amor.
No han hecho creer que el amor solo se da plenamente en la pareja y esto limita nuestra capacidad de amar. Podemos amar a muchas personas, hombres o mujeres. Podemos también desear y gozar con muchas personas, normalmente del sexo contrario pero no podemos establecer una relación de pareja sólida con todo el mundo porque aunque puedes amar a todos y puedes tener un sexo agradable con muchos, no puedes compartir tu vida con cualquiera, hace falta más requisitos. Para una pareja hace falta otra condición especial aparte del amor y la atracción sexual, el de saber establecer un sólido y auténtico compromiso. Está claro que no puedes comprometerte con todo el mundo, sólo con alguien especial, con alguien afín a ti.
Muchas personas están esperando que aparezca ese alguien especial para poder amar. Incluso muchas parejas están esperando que el otro cambie para que sea el ser especial que desean y entonces poder amar, pero no nos damos cuenta que tantas condiciones limitan nuestra capacidad de amar.
Muchas parejas fracasan porque no saben amarse, no saben gozarse y mucho menos saben comprometerse. Van a la relación esperando que el otr@ les ame, les haga gozar y se comprometa pero ellos no saben hacerlo.
Antes de cualquier relación uno tiene que saber amar, tiene que saber gozar y tiene que saber comprometerse para poder hacerlo con otra persona. Por eso el camino comienza en ti y en tu relación con la Vida.
Saber estar en ti, en tu cuerpo, en tu corazón, en tu verdad. Saber alimentar tu don de amar amando a la Vida. Saber gozar con lo que la Vida te da y saber comprometerte con la Vida para aportar tu belleza, la gota de luz que tienes y que junto a tantas gotas puede hacer esta realidad más luminosa.