Vaya por delante que algunas de las cosas que se van a leer aquí no son las más populares del mundo, y que más de uno ni lo va a compartir ni va a estar de acuerdo e incluso se puede sentir molesto, pero la realidad es que, tras los resultados electorales del 27-S donde el independentismo ha estado a punto de conseguir mayoría de votos en Cataluña, es buen momento para dejar de echar la culpa a los demás de los males ajenos para admitir otros motivos que pueden explicar la fractura que se vive en la región.
El desprecio a los catalanes fuera de Cataluña
Viene un poco en el ADN de España, pero se ha radicalizado durante los últimos años, por ambos bandos. No sé si fue primero el huevo o la gallina, ni quién tiró la primera piedra, pero no se puede pretender querer que Cataluña continúe en España mientras uno muestra constantemente una actitud de recelo, sospecha y rechazo hacia sus ciudadanos, al igual que no puedes pretender que tu pareja siga contigo cuando cada día la estás insultando. Muletillas como ‘Catalanes de mierda’ o ‘polacos’ son desde hace años cada vez más frecuentes en las conversaciones entre amigos, o en los comentarios de las redes sociales, los foros, o las noticias de los medios, y los catalanes saben leer, no son ciegos ni tontos. Sé que muchos pensaréis: "¿Y ellos qué?", y tenéis razón, porque la tolerancia está desapareciendo por todas partes, pero ya sabemos dónde nos ha llevado el razonamiento del "Y tú más". Hace 3 años, Luis, un churrero de Barcelona confesaba cómo cada vez tenía menos ganas de ir a visitar a la familia de su padre en Córdoba porque para él era desagradable aguantar la actitud y los comentarios de sobremesa hacia los catalanes. Esta es la verdadera pena de todo, porque son estos pequeños detalles los que acaban haciendo la diferencia.
El defecto de no escuchar a los demás
La opinión de Luis es solo una de las varios que se recogieron en este reportaje escrito en Barcelona durante las elecciones catalanas de 2012. Resulta casi escalofriante comprobar cómo todos estos testimonios de gente convertida al independentismo son atemporales y podrían repetirse hoy. Nadie parece haberles oído, ni dentro ni fuera de Cataluña. Solo así se explica la fractura social que vive la región con el resto del país. Ayer un amigo comentaba cómo el resultado de las elecciones reflejaba un fracaso total de los independentistas. Su valoración no iba lejos de la de la de varios tertulianos de televisión que se reían de Mas y calificaban de derrota el hecho de que el independentismo se haya quedado en un 48% de los votos, por debajo del 50%. Ese es el error: cegarse y pensar que con las elecciones todo se termina y que ya se puede mirar hacia el otro lado como si nada hubiera ocurrido. Hace tres años, España entera, incluido el PP, cometió la misma equivocación. Entonces el agua aún no llegaba al cuello. Si las cosas van por el camino, no sería de extrañar que el 48% independentista se pueda convertir en un 60% en unos años. Y para entonces, ¿quién lo arreglaría?
Los catalanes prefieren a Guardiola antes que a Rajoy
Parece un chiste, pero es la auténtica realidad. No se sienten motivados por la política de presidente del Gobierno. Solo hay que ver los datos que el PP ha obtenido en la región: 11 escaños de 135, de los cuales 8 pertenecen a Barcelona; es decir: sumando Girona, Tarragona y Lleida, el PP solo ha conseguido 3. Se dice pronto, pero quién se sorprende teniendo en cuenta que lo más relevante de Rajoy en campaña haya sido el ‘zasca’ que le propinó Alsina en Onda Cero al hablar de la nacionalidad de españoles y catalanes, así como su desconocimiento de la Constitución.
Un 'Te quiero' siempre es más efectivo que el miedo
Es tan obvio que resulta alarmante cómo el orgullo ha hecho que durante estos últimos meses hayamos visto y oído tan pocas declaraciones amistosas con los catalanes desde los principales partidos, sobre todo en el PP, y en su lugar se ha repetido hasta la saciedad el 'No podéis' o el 'Está prohibido' en medio de una campaña de promoción del miedo que durante los últimos días ha alcanzado cotas sospechosas. Primero fue el Banco de España advirtiendo de un corralito, luego el presidente de Telefónica advirtiendo de todas las empresas que podrían acabar fuera si se salieran de la Unión Europea, Borrell hablando en La Sexta (cadena nacional). El problema no es, no obstante, solo responsabilidad de los políticos: si nos ponemos a pensar, reconoceremos lo fácil que escuchar argumentos en el bar como "Que se vayan, pero entonces que el Barça no juegue la liga catalana" o "A mí no me parecen mal que se vayan de España, pero que devuelvan todo el dinero que se les ha dado". En todos ellos, un denominador común: el rencor. ¿Tan difícil es decir un "No os vayáis, os necesitamos"?
La campaña se ha hecho para España y no para Cataluña
En cierto modo es entendible, pero muy pocos han caído en este detalle. Durante esta última semana, la información ha sido constante en todos los medios de comunicación, pero si os fijáis, los temas que han trascendido y que más se han compartido han tenido que ver con todo menos con los problemas reales de los catalanes. ¿La razón? Las elecciones generales de finales de año, El efecto fue viral en la mayoría de la opinión pública, pero…¿Y en Cataluña? No hay mejor ejemplo que el acto de campaña de Pablo Iglesias de la semana pasada, utilizando la jerga de los indios para hablar de Albert Rivera como un pájaro naranja que en realidad es una gaviota azul.
Albert Rivera, una luz en medio de la oscuridad
Los números no mienten, y si hay un partido que ha sabido movilizar realmente a su electorado más allá de las ideologías, ese ha sido Ciudadanos. De los 9 escaños de hace 3 años, ha pasado a los 25, casi triplicando sus números, y demostrando que hablando con moderación se entiende la gente. “Hemos hecho una campaña sin insultos, la mejor de la historia, no nos hemos metido con nadie, tan solo hemos explicado nuestro proyecto. Decían algunos que un partido nacido en Cataluña nunca podría tener un proyecto comun; decían que era imposible defenderlo en catalan y español, decían que nunca podríamos vencer al bipartidismo. Pues bien, a todos ellos les digo que es posible tener más de una opinión”, manifestaba Rivera tras los resultados, en el que fue el discurso más inspirado de la noche y en el que demostró el daño que le puede hacer a un Rajoy desaparecido en combate de cara a las elecciones.
Fuente:https://es.noticias.yahoo.com/27-s-reflexiones-incomodas-entender-catalu%C3%B1a-mas-independiente-073015822.html?linkId=17376753
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