Amigos con derecho a roce

Cantidad de envíos : 73 Fecha de inscripción : 13/04/2010

Ser amigos y compartir la cama… es lo que propone la película “Sin compromiso”, protagonizada por Natalie Portman y Ashton Kutcher. Portman, fóbica del amor, le propone a Kutcher ser amigos con “derecho a roce”, sin compromiso; éste, recién salido de una relación dolorosa y compleja, acepta de buen ánimo. Pero aunque parezca muy conveniente para los dos, ¿es posible acostarse con un amigo sin que se entrometan los sentimientos?

Trazamos el panorama de una nueva tendencia con ayuda del psicoanalista y sexoterapeuta francés Alain Héril.

¿En qué consiste ser amigos con “derecho a roce”?
Se trata de una situación en la que ambas personas se conocen bien y por lo tanto hay una continuación de la amistad, pero como ésta se basa únicamente en el sexo el compromiso desaparece. No hay relación amorosa propiamente dicha. Tampoco es sexo de una sola noche, en el que una de las dos persona se va en cuanto se despierta, sino que hay citas regulares, con una especie de ritualización de la relación sexual.

El hecho de que las mujeres tomen las riendas de las relaciones es algo relativamente nuevo que se va a acentuar en los años venideros: es una de las grandes novedades en el terreno de las relaciones, ya sean amorosas o sexuales. ¡Un 70 por ciento de los divorcios se produce por iniciativa de las mujeres!

¿Y cuál es el perfil de estas personas? ¿Treintañeros que buscan centrarse en su carrera o sobreponerse a una ruptura amorosa?
En general, este tipo de relación arranca con el acuerdo de dos personas reacias al compromiso. Ambas suelen arrastrar heridas profundas y asocian las relaciones de pareja con el dolor, las dificultades, las complicaciones; de manera que buscan borrar la percepción negativa del amor iniciando una relación esencialmente sexual. Intentan, por así decirlo, “repararse” en relaciones donde no haya compromiso. Es lo que llamo las relaciones “venda”.

Se trata de personas que creen no tener tiempo ni energía disponible para una vida amorosa, sobre todo porque han puesto todo su ímpetu en el trabajo, en el éxito profesional.

Para no caer en las redes del amor, ¿deben establecerse reglas? ¿De qué tipo?
Los llamados “sex amigos

” establecen una especie de acuerdo mutuo en el que se dicen: “la sexualidad la necesitamos, la vivimos juntos, pero el amor no formará parte de nuestro vínculo”. Se trata de relaciones ritualizadas y casi obsesivas.

Parece que hubiera muchas ventajas, pero… ¿qué pasa con la amistad si se decide acabar con el sexo?
Depende de las historias, pero a partir del momento en el que se ha compartido una sexualidad con alguien es muy difícil volver a una amistad desexualizada, ya que el principio mismo de la amistad es que no haya sexualidad. Se necesita mucha inteligencia, comprensión y comunicación para hacer continuar la amistad más allá de la aventura sexual.

Pese a lo idílicas que pueden parecer, estas relaciones son de corta duración, ¿verdad?
Efectivamente, suelen durar semanas, algunos meses como mucho. Tengo tendencia a pensar que en un momento dado se produce un acostumbramiento que empuja a querer ir más lejos o a terminar la relación para iniciar otra. Creo que el amor es un componente esencial de la naturaleza humana y que llegado un momento el deseo de amor y de compromiso siempre se interpone.

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