Para que algunos aprendan a hacer bien las cosas.

Cantidad de envíos : 73 Fecha de inscripción : 13/04/2010

El misionero.
Este clásico entre las posturas es de las más placenteras. Permite una penetración profunda y controlar el ritmo. Si además colocamos un cojín debajo de los riñones de la mujer, conseguimos un recorrido del pene en la vagina muy natural.

El perrito.
A pesar de no proporcionar una estimulación muy intensa, esta postura tiene un alto grado de erotismo y estimula la vista y la imaginación lo que hace que sea extremadamente excitante para la mayoría de los amantes

La ofrenda secreta.
Desde la postura del misionero se puede llegar a esta postura si ella eleva una pierna y la dobla sobre su pecho. La penetración se efectúa de lado y la vagina presiona el pene de una manera distinta al resto de las posiciones, lo que aumenta el placer para ambos.

El barco de vela.
El hombre debe sujetar los tobillos de su pareja y elevar un poco su cadera para modificar la profundidad. Moviendo las piernas a la derecha y a la izquierda puede notar la presión de los músculos de la vagina en distintas partes de su pene, aumentando así las sensaciones agradables.

La postura del novato.
En esta postura el hombre toma el papel elevando, sujetando las caderas de su compañera. Para que el pene no salga de la vagina, la penetración debe ser muy profunda, la mujer contrae la musculatura aunque no lo desee, al intentar mantener la cadera elevada, lo que es muy agradable para ambos.

La canción de cuna.
El hombre se sienta en la cama, estira una pierna y dobla la otra por debajo de su trasero y la mujer se sienta sobre esa pierna plegada, abre las piernas y las apoya sobre los hombros de su compañero que sujetará sus tobillos. Esta postura no se puede mantener por mucho tiempo por ser algo acrobática pero permite una estimulación del pene centrada en el glande. Si la mujer contrae la musculatura vaginal reducirá el riesgo de que el pene se salga.

A caballo.
En la posición del caballero montado, la mujer se tumba de lado, coloca una pierna extendida y la otra doblado. El hombre se arrodilla a horcajadas sobre la pierna estirada de la mujer y sujeta la otra pierna pegada a su hombro. Esta posición permite una penetración muy profunda y placentera y ¡además es bastante cómoda!

La rana.
Partiendo de la postura a cuatro patas, ella bajará su pecho hasta apoyarlo en la cama, se pondrá las manos por detrás de la nuca. Su compañero sujetará sus manos y las utilizará para marcar el ritmo de la penetración. Desde esta posición el hombre disfruta de una excitante vista de la espalda y el trasero de su compañera.

Loto invertido.
La mujer está echada de espaldas y eleva la pelvis como si quisiera dar una voltereta hacia atrás. Puede ayudarse apoyando los tobillos en los hombros de su compañero o colocando un cojín debajo de su trasero. El hombre tiene todo el control de la penetración y permite entrar profundamente en la vagina de su compañera.

El soñador.
No es una postura para el coito pero no podemos negar que es de las favoritas de los hombres. Con el sexo oral se estimula todo el pene, desde el glande hasta la base y la sensación es totalmente distinta a la de la penetración. Ella puede controlar el ritmo y la presión y su pareja está totalmente entregado al placer.

besitos

Hala a disfrutarlo. brindis

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