Chávez volvió obligado
CLAUDIO J. SANDOVAL | EL UNIVERSAL
jueves 21 de febrero de 2013 12:00 AM
El paciente no vino porque quiso sino porque lo trajeron anticipadamente ante el reto de gobernabilidad que atraviesa el chavismo cubano sin Chávez. En otras palabras, su regreso no fue por motu propio sino que, a nuestro entender, obedece a la presión ejercida por el sector castrense y la sociedad civil venezolana, dentro de un contexto de conflictividad que le impide al interinato Maduro darse el lujo de acumular gotas que derramen el vaso de la violencia en su contra.
Presión Militar
En efecto, a nuestras manos llegó una información sobre un documento con ocho puntos, firmado por militares de alto rango donde se le daba un ultimátum al chavismo cubano sin Chávez, exigiéndole el retorno inmediato del Presidente electo a Venezuela so pena de una intervención armada unilateral.
La presión del pueblo chapista
Por su parte, la sociedad civil venezolana, si bien desarticulada, está reclamando activamente sus reivindicaciones como consecuencia de las recientes medidas económicas anunciadas por el ministro Giordani. Así por ejemplo, los trabajadores agrupados en organizaciones sindicales chavistas condenaron la depreciación del salario y pérdida de su poder adquisitivo desde que se hizo efectiva la devaluación monetaria.
En atención a este tipo de descontento, el retorno del comandante tuvo también una intencionalidad emocional dirigida a su gente, con el objetivo de anestesiar el impacto negativo generado por estas decisiones financieras en su calidad de vida. Al fin y al cabo, ¿quién se atrevería a sublevarse en medio de una celebración?
La presión de los jóvenes disidentes
El pasado jueves 14 de febrero un grupo de valientes estudiantes venezolanos se encadenaron en la embajada cubana para rechazar la injerencia de los Castro en nuestros asuntos internos, a causa del entreguismo del gobierno de Chávez, y para demandar el regreso inmediato del comandante al país. Pues bien, en menos de 24 horas, el interinato Maduro mostró imágenes para dar fe de vida del mencionado líder y, posteriormente, en menos de 72 horas, presentó la noticia de que ya se encontraba en Caracas.
Si hay algo que verdaderamente pone nervioso al chavismo cubano sin Chávez es el desacato de los estudiantes en las calles de Venezuela. En este último acto de resistencia pacifica ocurrió algo muy peculiar y sensible: Los jóvenes recibieron un comunicado a nombre de oficiales de rango medio y generales activos donde exaltaban su defensa de la soberanía. Igualmente, algunos miembros de las fuerzas de seguridad, apostados en el sitio, dieron muestras de apoyo expreso y profundo respeto a la acción tomada por estos herederos de José Félix Ribas.
¡Volvió, volvió, volvió!
Esta situación constituye un retroceso para la forma descarada de gobernar del chavismo cubano sin Chávez. Por lo pronto, deberá colocarse su máscara nuevamente para disimular los viajes habaneros que habían sido excusados con visitas al convaleciente. El problema de esta relación de dependencia con Cuba es que, al violar nuestra soberanía, genera fuerte repudio por parte de la mayoría de los venezolanos y ellos lo saben.
Por otra parte, la semana pasada explicábamos cómo la sociedad civil estaba llamada a convertirse en un poder de contrapeso frente a las malas decisiones del Gobierno. Las acciones ejercidas por la sociedad civil venezolana, representada en el pueblo chavista y los jóvenes disidentes, prueban que el Gobierno no vacila en cederle cualquier tipo de espacio a los ciudadanos (así sea paz mental momentánea) cuando considera que su detentación del poder está en riesgo.
Sin duda, el jefe supremo de la revolución sigue siendo, incluso en su lecho, un muro de contención de la violencia total. En lo inmediato, esta movida habría apaciguado tanto a los uniformados como al pueblo chavista y a los estudiantes disidentes. Lamentablemente, la táctica no deja de ser paliativa ya que, de acuerdo a la información que manejamos, la enfermedad del candidato elegido es terminal.
Desde la óptica de la gobernabilidad, el chavismo cubano sin Chávez mantendrá, hasta que pueda, el desconcierto y confusión en torno a la aparición pública del comandante. Al respecto, harán exactamente lo mismo que venían haciendo, solo que desde Caracas y con mayor peligro de que se filtre información confidencial. Esto, en un afán por tratar de estirarle la arruga a la inevitable situación pre-revolucionaria en la que se encuentra nuestra Venezuela actual, que guarda rasgos similares -por cierto- a aquella del período 1989-1993... ¿La recuerda?
@socialclaudio