Las caricias son una parte fundamental de una
relación porque demuestran que sentimos afecto y cariño por nuestra pareja.
Además, son una herramienta clave para despertar el deseo y estimular
los sentidos como parte de esos juegos preliminares que no debemos
saltarnos.
El cansancio, el estrés y el aburrimiento puede llevarnos a una
pérdida de interés por el sexo, y en consecuencia, dañar nuestra relación. Sin
embargo, con estos ejercicios y caricias podéis recuperar la pasión perdida.
Antes de empezar, se puede realizar alguna actividad agradable con la pareja,
como conversar, ducharse juntos, tomar una copa de vino... Se debe preparar un
clima agradable para dar un masaje, creando un ambiente cómodo, relajado y
romántico.
Es importante hacer turnos, primero uno adopta el papel activo durante quince
minutos y después se intercambian los papeles para que los dos tengáis vuestro
ratito de placer.
Caricia facial: recorre el rostro de tu pareja lo más suave
y lentamente posible desde la parte superior de la cabeza hasta la clavícula.
Usa las puntas de los dedos, el nudillo de un solo dedo o describe círculos con
el revés de la mano.
Hay que ir recorriendo la frente, las mejillas, el puente de la nariz, el
mentón, las orejas y el cuello. Es importante estar atento a las
reacciones del otro para comprobar si se impacienta, aburre o se
adormila. Si esto ocurre, modifica el ritmo y la velocidad.
Si percibimos alguna excitación sexual durante la caricia, respiramos
profundamente y dejamos que contagie a todo el cuerpo.
Masaje erótico: para que tu pareja se relaje por completo y
se abandone a tus manos, recorre lentamente su cuerpo en sentido ascendente sin
perder de vista que el objetivo es llegar al centro del placer: tobillos,
piernas, muslos...
No es preciso ser un experto, basta con seguir estos pasos y procurar que
nuestra pareja se sienta cómoda con el momento, algo fundamental para lo que se
quiera conseguir mas adelante:
- Deja que tus manos se deslicen suave y rítmicamente sobre la superficie de
la piel de tu pareja.
- Empieza con movimientos amplios y extensivos.
- Utiliza las yemas de los dedos para hacer una caricia del tipo 'plumaje o
de mariposa'.
- Dibuja grandes círculos con una mano mientras recorres el cuerpo con la
otra, por la parte del estómago y los pechos.
[b]Fetiche sexual: Los pies son una parte más del cuerpo.
Algunos los consideran feos y la antítesis del deseo, pero muchas personas son
auténticas devotas de los pies. ¿En qué lado estás? No descartes usarlos para
dar o recibir placer porque pueden dar mucho juego.
Aprovecha un momento en que estéis los dos relajados, tumbados en el
sofá leyendo o viendo la tele. Usa las manos o tus propios pies para
realizar movimientos circulares alrededor de los tobillos, presiona con suavidad
el empeine y por último desliza la mano o el pie desde la planta a los
dedos...
Recuerda que las caricias en cada dedo por separado son muy estimulantes y no
pases por alto ese huesito que sobresale cerca del tobillo. ¡A disfrutar!
Fuente: El arte del placer sexual: ejercicios y técnicas
para alcanzar nuevas cimas, por Barbara Keesling.
[/b]
_________________
No vayas por donde el camino te lleve,
ve por donde no hay camino, y deja huella.