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 Hablemos un poco de SEXO.

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Esther

Esther


Cantidad de envíos : 199
Fecha de inscripción : 13/04/2010

Sexo - Hablemos un poco de SEXO. Empty
MensajeTema: Hablemos un poco de SEXO.   Sexo - Hablemos un poco de SEXO. Icon_minitimeVie 23 Mar 2012, 12:46 pm

En Búsqueda del Nirvana
Somos llevados a creer que si una pareja se involucra en coito vaginal, descubrirán el nirvana, la satisfacción sexual extrema. Se dice que el coito es la mejor experiencia sexual. Después de todo, es lo que define el sexo. Es el "sexo." Tenemos expectativas de experimentar placer sexual intenso y una conexión emocional con nuestra pareja durante o como resultado de esta actividad. La unión física de nuestros cuerpos debe resultar en la fusión de nuestros espíritus. Mientras que esto es ciertamente posible, es tan probable de ocurrir durante otras actividades. Las recompensas que el coito vaginal tiene que ofrecer no son más o menos que aquellas cuando nos tomamos de las manos, nos besamos, nos damos un masaje, y durante la masturbación mutua y el sexo oral. Lo físico únicamente no puede garantizar lo espiritual. El coito nunca debe considerarse como la experiencia sexual extrema, sino que más bien todas las actividades sexuales deberían ser vistas como potencialmente iguales. La razón por la que son "potencialmente" iguales es que los individuos participantes son únicos.

En Competencia por la Adultez
Los adultos jóvenes se sienten presionados para involucrarse en el coito vaginal para demostrar que han logrado su adultez. Tenemos "sexo" para probar frecuentemente que somos hombres y mujeres, que ya no somos más niños. Seguimos teniendo sexo porque eso es lo que hacen los adultos. Esto es lo que dice y espera de nosotros la sociedad como adultos. A nivel personal, podemos llegar a darnos cuenta después de tener coito por primera vez que nada ha cambiado. Podemos no sentirnos diferentes con respecto a nuestra pareja o respecto a nosotros mismos. Podemos quedarnos preguntándonos lo que era eso tan importante. Participar en el coito la primera vez a la edad de veinte o treinta años puede no causarnos sentirnos más "adultos" que si lo hubiéramos hecho a los doce años. El coito puede no satisfacer nuestras encumbradas expectativas. Las parejas no deben tener coito por la única razón de lograr o demostrar adultez, porque es poco probable que satisfaga sus expectativas.

Como muchos adultos descubren, la adultez es algo que nos esforzamos siempre por lograr pero que siempre está fuera del alcance. Podemos involucrarnos en sexo con alguien, graduarnos en la facultad, votar, hacer el servicio militar, comenzar una carrera, casarnos, tener hijos, y comprarnos una casa, comenzar a usar sostén y a menstruar, pero hallamos que estos eventos nos dejan queriendo más. La adultez es lograda no tanto por lo que hacemos sino por cómo nos juzgan los otros. Desafortunadamente en nuestra sociedad moderna, es raro que alguien alguna vez nos diga cuándo hemos alcanzado la adultez. Nos quedamos para siempre en un limbo, claramente no somos más niños, pero tampoco un adulto.

La adultez es un estatus social que no puede garantizar ningún hecho físico con el reconocimiento social de ese evento. Muchas culturas tienen ceremonias públicas para proveer una clara demarcación entre la infancia y la adultez, entonces la persona no se queda preguntando cuándo ha alcanzado la adultez. Debe notarse que el concepto de "adolescencia" sólo apareció recientemente en la cultura occidental y deja a los jóvenes en una indefinición cada vez más prolongada. Cuando se relacionaba estrechamente la pérdida de la virginidad con una ceremonia pública de matrimonio, era un claro indicador del pasaje a la adultez, y usualmente tomaba lugar cuando las parejas estaban al principio o en su mediana adolescencia. Puesto que una persona puede tener relaciones sexuales por primera vez en cualquier momento de su vida, ya no es más un claro indicador de adultez en la sociedad actual. Puesto que todos tenemos vidas muy variadas, no existe un indicador común de adultez que se aplique a todos.

Expectativas Irreales
El coito vaginal es uno de los aspectos de la sexualidad femenina alrededor del cual hay mucha información equivocada y confusión. Hay una creencia común de que las mujeres deben experimentar el orgasmo sin dificultades durante el coito. Muchas mujeres creen que deben tenerlo para ser una buena compañera sexual. Las que no lo hacen, creen a menudo que hay algo malo en ellas porque todo lo que se les ha dicho apoya esta creencia. Los medios de comunicación nos llevan a creer que la mujer debe gritar de placer y ser multi-orgásmica en el momento en que el pene penetra su vagina. Esto trae como resultado que las mujeres finjan placer y orgasmo para salvar su imagen frente a su pareja, para aparecer normal, madura, y para hacer que su pareja se sienta bien con respecto a ellos. Esto lleva un enorme número de víctimas emocionales entre las mujeres. Como resultado, el sexo se convierte comprensiblemente en algo que muchas mujeres evitan en vez de hacerlas desearlo.

Freud Desvió a Muchos
Gracias a Freud y otros, mucha gente ha sido llevada a creer que las mujeres "maduras" tienen orgasmos vaginales y que las "chicas inmaduras" tienen orgasmos clitoridianos. Les hemos dicho a las chicas que pueden masturbarse pero que las mujeres deben desear y disfrutar solamente el coito vaginal. Esta simplemente no es una expectativa razonable, ya que el clítoris es muy a menudo el área erógena primaria de la mujer, por tener allí la mayor densidad de terminaciones nerviosas. La vagina no tiene esta alta concentración de terminaciones nerviosas y usualmente es menos sensible a la estimulación. Es la anatomía, no la madurez sexual, la que dictamina que la mayoría de las mujeres requiera de la estimulación clitoridiana para experimentar el orgasmo. Yo entiendo que antes de Freud todos sabían que el clítoris era mayormente el centro del placer sexual femenino. Freud construyó básicamente sus teorías pero nunca se probó que fueran ciertas.

Orgasmo Vaginal
La presencia de una glándula prostática femenina, comúnmente llamada punto-G, apoya la idea de que los orgasmos vaginales y clitoridianos son excepcionalmente diferentes clases de orgasmo. No solamente la estimulación puede sentirse diferente, además el orgasmo resultante. Algunas mujeres experimentan ambos, mientras que otras experimentan uno pero no el otro. Una no debe tomar la posición que una mujer deba experimentar ambos, o que uno sea mejor que el otro. Las mujeres que experimentan ambos, o el uno o el otro, no son automáticamente amantes más felices y más satisfechas. En este momento, yo diría que los orgasmos clitoridianos son la experiencia más común, como se mencionó en la página sobre el orgasmo vaginal. Hombres y mujeres recién ahora están aprendiendo y aceptando lo que algunas mujeres han sabido siempre, la existencia y papel de la próstata femenina su placer sexual. Tradicionalmente las mujeres impedían que ocurrieran los orgasmos vaginales porque a menudo hay una sensación muy parecida a la necesidad de orinar justo antes del orgasmo, y muchas necesitan desaprender esta respuesta.

No Hay Respuestas Fáciles
Desafortunadamente, la verdad respecto al coito vaginal puede ser muy confusa. Hay mujeres que son muy orgásmicas durante el coito vaginal y les encanta experimentarlo. Otro grupo de mujeres lo hallan aburrido y carecen absolutamente de cualquier sensación de placer. Un tercer y posiblemente mayor grupo de mujeres se ubica en la mitad, disfrutan el coito vaginal en diferentes grados pero no pueden experimentar el orgasmo como resultado de la estimulación vaginal sola, o lo hacen muy rara vez. Muchas mujeres descubren que el coito se siente "lindo" pero no "maravilloso." Independientemente de cómo experimente una mujer el coito vaginal, ella es perfectamente normal.

Prueba y Error
La única manera que una mujer tiene de descubrir cómo responden su mente y su cuerpo al coito vaginal es por medio de la experimentación y la práctica. No hay manera de predecir si una mujer será orgásmica como resultado de la estimulación vaginal sola, y esto posiblemente cambiará con el tiempo y con distintas parejas y técnicas. Factores como la forma y tamaño del pene de su pareja, la cantidad de lubricación vaginal, la fuerza de sus músculos pélvicos, la presencia o ausencia del Punto-G, y el nivel de unión emocional todos pueden influir en lo placentero del coito. El potencial de la mujer para disfrutar el coito no está grabado en piedra. Cuando cambia el estado emocional y físico de la mujer, también lo hacen sus capacidades y deseos sexuales. Las parejas deben abrirse a la idea que el coito pene-vagina NO tiene un lugar en sus experiencias juntos; para ellos el coito es más un acto reproductivo que sexual.

Sensibilidad Vaginal
La razón por la que las mujeres experimentan distinto el coito vaginal en parte es por los diferentes grados de sensibilidad vaginal. La sensibilidad de la vagina a los diferentes tipos de estimulación, toque, fricción, y presión, varía de mujer a mujer. La sensibilidad de una vagina individual de una mujer también varía. Los dos tercios interiores de la vagina usualmente son menos sensibles al toque y la fricción que el tercio exterior, y éste es principalmente más sensible solamente a la presión. La sensibilidad también cambia con el tiempo al cambiar los niveles hormonales durante el ciclo menstrual, el embarazo, y con el uso de medicamentos, incluyendo los anticonceptivos. Como resultado el tipo de estimulación que disfruta una mujer en particular varía. Ella puede preferir la fricción de los dedos acariciando las paredes vaginales, un pene penetrando profundamente, la saciedad de un dildo grande, u otras formas de estimulación vaginal. Ya que la mujer no tiene control sobre la sensibilidad de su vagina ni sobre el tipo de estimulación a la que es más sensible, ella no debería culparse si su vagina es totalmente insensible, o si es sensible a una forma de estimulación distinta a la del pene; difícilmente esté sola.

Factores Anatómicos Adicionales
Mientras que muchas mujeres han asumido que el tamaño y ubicación de su clítoris influyen sobre el potencial orgásmico durante el coito, no se ha encontrado que exista ninguna correlación entre estos factores. Una mujer con un clítoris muy pequeño tiene las mismas posibilidades de experimentar el orgasmo durante el coito y otras formas de actividad sexual, que una mujer con un clítoris grande. La distancia entre el clítoris y la abertura vaginal tampoco influye sobre el potencial orgásmico de la mujer, aunque algunas almas descarriadas han usado cirugías para acortar esta distancia, causando resultados desastrosos por no comprender la complejidad de la anatomía de la vulva. Otras han asumido que el clítoris debería ser suficientemente estimulado por el movimiento de las labios menores, siendo este movimiento causado a su vez por el pene penetrando. Puesto que el tamaño y la forma de los labios menores de una mujer varían considerablemente, si los tiene, esto podría no ser verdadero en todas las mujeres. Los labios menores incluso pueden no estar en contacto con el pene durante el coito, porque típicamente están ubicados más cerca del clítoris que la vagina; tenga en mente que los labios menores formarían el tejido eréctil rodeando la uretra si el clítoris se hubiera desarrollado en un pene durante el desarrollo fetal. Cuando ocurren formas indirectas de estimulación, son raramente de suficiente intensidad o duración para resultar en orgasmo. Incluso es posible que "orgasmos vaginales" resulten de la estimulación del Punto-G más que de la estimulación clitoridiana, significando que el clítoris y los labios no juegan ningún papel en absoluto.

Disociación
Otro factor que afecta a la sensibilidad de la vagina, es la disociación, la ausencia de una conexión conciente entre la vagina, o clítoris y vulva, y el cerebro. Las creencias y expectativas sociales usualmente no permiten que las chicas jóvenes y adolescentes exploren y estimulen su vulva y vagina, y pueden ser reprimidas o castigadas cuando lo hacen. En su lugar, se les enseña a ignorar, negar, o de otra manera a pasar inadvertidas a estas sensaciones, como si no existieran en absoluto. Puesto que estos son "lugares malos," solamente pueden provenir de allí "malas sensaciones," por lo tanto hacen lo que pueden para bloquearlas. Como resultado de no tocar ni estimular estas áreas, el cerebro y el cuerpo no aprenden cómo transmitir e interpretar los impulsos nerviosos de ellas. Esto deteriora mucho la capacidad de la mujer para experimentar el placer sexual.

Una mujer o su pareja pueden tocar y estimular estas áreas y ella no sentir nada, aun cuando impulsos nerviosos están llegando al cerebro. Si los impulsos nerviosos son débiles, porque las vías nerviosas no están desarrolladas por falta de uso, puede sentir poco o nada, o si los impulsos son fuertes pueden sentir dolor porque las sensaciones están más allá de los límites que el cerebro espera y puede manejar. Las sensaciones que experimenta no serán placenteras o eróticas. A su vez aprende a evitar el sexo en pareja o lo hace sencillamente porque se espera que lo haga.

Interferir o impedir el desarrollo sexual puede tener repercusiones importantes sobre el placer sexual de la mujer. La manera de superar esto es a través de la exploración y la estimulación. Estimulando estas áreas mientras se las mira en un espejo y concentrándose en el punto donde se toca, una mujer puede aprender a conectarse y ser más conciente y sensible a la estimulación vulvar y vaginal. Esto se hace mejor estando sola en un cuarto tranquilo sin distracciones. El uso de un dildo puede ser apropiado para la estimulación vaginal, aunque la retroalimentación provista por los dedos sería beneficiosa. La formación de esta conexión no es probable que ocurra durante una sesión simple de quince minutos. La clave es la estimulación frecuente, de cinco a quince minutos todos los días, y perseverancia. Algo para tener en mente es que no haya límites de tiempo o se pongan expectativas en estas sesiones de exploración, como una chica de cinco años. Cualquier descubrimiento debe ser una sorpresa total. Esto significa que la mujer no debe fijar límites o expectativas y sencillamente estar abierta a lo que sea que ocurra.

El Papel de las Emociones
Nuestro estado emocional puede afectar significativamente nuestro placer físico. Nuestro cerebro puede causar un estado de intensa excitación física. Esto es particularmente cierto cuando hay una situación emocional considerable, como cuando se tiene sexo con una nueva pareja, con una persona a la que amamos profundamente, o con una persona a la que encontramos extremamente atractiva. Esto también ocurre durante la pubertad cuando los niveles de hormonas son altos. Las sustancias químicas liberadas por el cuerpo cuando estamos muy excitadas a su vez estimulan el cerebro causando un estado de euforia. Experimentamos una "excitación natural". Como resultado no solamente nos sentimos maravillosas, también podemos experimentar mayores niveles de placer. El placer físico y emocional que experimentamos puede continuar intensificando el sexo que ya tenemos, terminando solamente cuando debemos detenernos a causa del agotamiento físico.

Hay mujeres que experimentan orgasmo durante el coito vaginal porque sus cerebros encuentran esta actividad extremadamente estimulante. La causa del orgasmo son más sus pensamientos que la estimulación física. El orgasmo lo dispara la idea de lo que están haciendo o con quién lo están haciendo, más que el acto físico. Esto no significa que se sugiera o implique que el placer que muchas mujeres experimentan durante el coito vaginal esté todo en su cabeza. Simplemente quiere decir que el cerebro puede tener una influencia significativa sobre si la mujer experimenta placer y orgasmo durante el coito vaginal, y durante el sexo en general.

La excitación y el orgasmo ocurren en ausencia de la estimulación física. Muchas mujeres, si no la mayoría de ellas, experimentan excitación y orgasmo mientras sueñan con sexo durante la noche, un sueño húmedo, y durante sus actividades diarias. Durante los sueños húmedos la excitación sexual ocurre comúnmente, pero para la mayoría de las mujeres yo no creo que este sea el caso del orgasmo. La mayoría no pueden querer ellas mismas tener un orgasmo; a menudo no es así de simple. Para la mayoría, el placer y el orgasmo resultan igualmente de estimulación física y emocional

Estimulación Clitoridiana
Hoy es de consenso popular que la mayoría de las mujeres deben tener su clítoris estimulado directamente durante el coito vaginal para tener la chance de tener orgasmo. Si la mujer o su pareja no estimulan directamente su clítoris es mucho menos probable que ella experimente el orgasmo. La mejor manera de hacerlo es acariciando y masajeando el clítoris con las manos y los dedos. A menudo es más fácil para la misma mujer que para su pareja acariciar su clítoris durante el coito, por la posición de los cuerpos, y usualmente ella es más diestra haciéndolo. Esto es parcialmente por qué la masturbación es tan importante para las mujeres y las parejas. Si el clítoris de la mujer se frota contra el cuerpo de su pareja durante el coito, usualmente no es suficiente en intensidad y duración para que ocurra el orgasmo, al menos que se haga un esfuerzo especial para mantener este contacto. Si la estimulación del clítoris es dejada al azar, es mucho menos probable que ocurra el orgasmo.

Las posiciones sexuales que permiten la estimulación clitoridiana directa durante el coito son aquellas en las cuales la mujer está arriba, o donde su pareja está detrás o a su lado. Mientras que las mujeres pueden disfrutar sentir el peso de su pareja sobre ella en la posición del misionero, esta posición no es muy favorable para que la mujer logre el orgasmo porque su clítoris no es de fácil acceso. Cuando la mujer está arriba, puede alcanzar el clítoris y estimularlo mientras mueve lentamente sus caderas, no son necesarios los movimientos de penetración. A su vez ella puede usar sus músculos pélvicos para asir y estimular el pene de su pareja. La mujer puede llegar primero al orgasmo, luego su pareja; la expectativa de que los orgasmos de la pareja ocurran al mismo tiempo es más probable que arruine en vez de mejorar el placer y la satisfacción sexual.

Cuando la Estimulación del Clítoris no es Apropiada
Mientras que la estimulación del clítoris a menudo es deseada y requerida, hay mujeres que encuentran que la encuentran incómoda o incluso dolorosa. Esta incomodidad y dolor puede ocurrir si la mujer no está suficientemente excitada, por estar posiblemente nerviosa o sentirse vulnerable. Si esto ocurriera, posiblemente no está adecuadamente lubricada, resultando en demasiada fricción y ausencia de los mensajeros químicos necesarios que hacen posible el orgasmo. Muchas cosas pueden irritar el delicado clítoris, como menciono en las páginas sobre higiene y vaginitis. Si la mujer tiene adhesiones clitoridianas su clítoris puede ser irritado por el esmegma atrapado. Es posible también que una micosis ataque al clítoris pero no a la vagina. Si ocurre algo de esto, es posible que el clítoris de la mujer esté muy sensible, en realidad demasiado sensible, o en el caso de las adhesiones, oculto de la estimulación.

Hay mujeres que tienen un glande clitoridiano que es siempre exquisitamente sensible y no puede ser estimulado directamente. Cuando esto ocurre, no pueden tolerar ninguna clase de estimulación clitoridiana, o sólo estimulación indirecta masajeando el capuchón clitoridiano, los labios mayores o la parte inferior del monte púbico. Algunas mujeres tienen que confiar en la gentileza y familiaridad de su propio toque. Alguna mujer puede requerir del uso de cantidades generosas de lubricación adicional, en forma de lubricantes sexuales de base acuosa o de siliconas. Si la mujer no desea o no puede tolerar la estimulación clitoridiana, necesita comunicárselo claramente a su pareja, y de ser posible explicar por qué. Su pareja debe aceptar sus necesidades y deseos. Las parejas deben tratar de descubrir la causa de esta sensibilidad extrema y encontrar una posible solución más que desechar la estimulación clitoridiana completamente, especialmente si la mujer no es orgásmica por medio de otras formas de estimulación.

No Se Requiere El Orgasmo
Un orgasmo sólo es placentero si la mujer busca tener uno, y si también es aceptable para ella. Tenga en mente que el orgasmo es simplemente una forma de placer, no necesariamente la mejor. Es ciertamente posible que la estimulación vaginal sea muy placentera para la mujer en la ausencia del orgasmo. Incluso si el coito vaginal no es una experiencia orgásmica para ella, puede gozarlo y esperarlo a raíz de la unión emocional entre ella y su pareja. Ella goza la cercanía e intimidad del acto sexual, más que las sensaciones físicas que experimenta. Hay también mujeres que son felices si su pareja experimenta placer y orgasmo, incluso si ellas no lo hacen. Ellas disfrutan dando placer a su pareja, no solamente recibiéndolo, y reciben a cambio placer emocional. Esto también es ciertamente aceptable, si no se lo lleva al extremo; en algún punto la mujer necesita pedir que sea su turno.

Nota: Los hombres tampoco deben ver a su propio orgasmo como un requerimiento del coito y del sexo; los hombres también fingen el orgasmo.

El coito, o cualquier actividad sexual de esa importancia, puede no ser una actividad apropiada para una pareja si uno de ellos no lo disfruta física y/o emocionalmente y el otro está incómodo sabiendo esto. Los hombres y las mujeres usualmente están muy incómodos usando o siendo usados como una ayuda masturbatoria. Aun así, las expectativas sociales y de la pareja pueden causar que las personas que no disfrutan de ciertas actividades sexuales sostengan así las cosas, tratando de vivir de acuerdo a esas falsas expectativas. Lo que no se dan cuenta es de que están suponiendo que su pareja disfruta la actividad, lo cual ciertamente puede no ser el caso. Las parejas terminan yendo por sexo aun cuando ninguno de los dos encuentra placentero lo que está haciendo, resultando en que ambos pierdan interés. Por otro lado, el sexo no puede ser satisfactorio si uno no puede ser honesto, con la pareja y su consentimiento.

Posición del Cuerpo
La posición durante el coito vaginal puede tener mucho impacto en el monto de placer que experimenta la mujer, así como su pareja. Un cambio de posición puede resultar en que la mujer pase de no sentir absolutamente nada a ser orgásmica. La vagina no es toda sensible a la estimulación por igual y en consecuencia el ángulo y la profundidad de la penetración pueden determinar si la mujer experimenta el coito como placentero. La ubicación del área de sensibilidad de la vagina de la mujer, si la tiene, determinará las posiciones que encuentre más placenteras. Además, la cantidad de estimulación clitoridiana que recibe también depende de la posición. Se recomienda la exploración de posiciones sexuales diferentes, aunque no es necesario que las parejas sean acróbatas.

Si la mujer tiene un Punto-G, puede disfrutar el máximo del coito si el pene de su pareja lo oprime o frota, lo cual es más probable cuando la están penetrando de atrás o cuando ella está arriba controlando el ángulo de penetración. Algunas mujeres encuentran que el coito anal estimula su Punto-G y eyaculan durante esta actividad, pero no necesariamente durante el coito vaginal.

Debe notarse que nuestros cuerpos están diseñados para tener coito cuando la mujer se dobla en la cintura y su pareja la penetra desde atrás, la posición "perrito." Esta es la posición "normal" o "natural," no la del misionero como se acepta comúnmente. Según entiendo, esta es la posición usada por las parejas en muchas sociedades tribales y no industrializadas. Desafortunadamente, algunos han propuesto que sólo los "animales" tienen sexo en esta posición en un intento de elevar a los humanos por encima de otras criaturas. No permita que falsas creencias y expectativas sociales restrinjan su placer.

Ritmo
Las parejas pueden querer experimentar si el ritmo juega un papel en el goce del coito de la mujer. La mujer puede preferir penetraciones largas y rápidas, cortas y rápidas, largas y lentas, o cortas y lentas. Puede gozar cualquier combinación de éstas. Lo que la mujer disfruta puede variar, dependiendo de su grado de excitación sexual, y de su cercanía al orgasmo. Puede desearlo largo y lento al comienzo para dejar que se acumule excitación pero después una marcha rápida y estacionaria cuando se acerca al orgasmo. La clave para aprender lo que funciona mejor es la experimentación y la práctica. No olvide que lo que funcionaba ayer puede no funcionar hoy o mañana.

Habilidad y Vitalidad
Ser un participante activo durante el coito requiere habilidad y vitalidad. Los hombres jóvenes aprenden rápidamente esto cuando su pene se da resbalones continuamente, transpiran, sus músculos comienzan a doler, y se cansan rápidamente. Esto es algo de lo que las mujeres a veces se sorprenden mucho, cuando van arriba o exploran usando un dildo en un arnés. Puede verse fácil en las películas pero el coito es una actividad física muy demandante, especialmente si se pretende hacerlo durante cualquier cantidad de tiempo. El viejo adentro-afuera no es tan fácil como se ve. La única manera de aprender cómo hacerlo es por medio de la práctica y la paciencia. Durante el sexo y el coito es esencial el sentido del humor, porque indudablemente ocurrirán cosas divertidas y potencialmente vergonzosas, como salirse afuera y no poder volver a entrar por usted mismo. El sexo nunca es tan fácil como se ve en el cine donde se cortan todos los errores.

Un Pene No Siempre Es Lo Mejor
Una mujer puede gozar teniendo su vagina estimulada por los dedos de su pareja, manos, vibradores, dildos, etc., pero encontrar que la estimulación por el pene no es placentera en absoluto. Puede existir dentro de la vagina sólo un área pequeña sensible a la estimulación. En consecuencia, un pene adherido a un hombre puede no ser la mejor herramienta para usar si la persona busca estimular esta área. La mujer puede sacar ventaja de estas áreas potenciales de sensibilidad. El tamaño, la forma, y textura del objeto que ella inserta puede ser elegido como para proveer la estimulación apropiada. Los hombres no deben tomarlo como indicación de una falla personal cuando sus parejas prefieren un dildo u otros objetos a su pene para la estimulación vaginal. Es de esperar que los hombres estén preocupados en principio por el placer de su pareja, no con qué se lo obtiene.

Lesbianas y Penetración Vaginal
Un concepto equivocado rodea al coito vaginal entre las lesbianas. A menudo asumimos que las parejas de lesbianas no se involucran en coito vaginal y penetración. Somos más proclives a verlas acariciándose y besándose que teniendo "sexo." Dentro de algunas áreas de la comunidad lésbica, la estimulación de la vagina es tabú porque se asocia con los varones y los penes. Mientras que muchas parejas de lesbianas no se involucran en penetración o coito vaginal, un número significativo lo hace. La razón es muy simple, es porque lo disfrutan, porque se siente bien. No están simulando ser un hombre y una mujer, aunque a veces hacen el juego de roles. Están usando sencillamente todas las partes de su cuerpo a su disposición para experimentar placer sexual. Dildos, solos y en un arnés, parecen ser modos placenteros y hábiles de estimular la vagina. Para algunas mujeres es placentero usar un dildo en un arnés, como tener un "pene" y penetrar a su pareja, esto les da una sensación de poder y control; esto se aplica tanto a mujeres heterosexuales como lesbianas. La estimulación vaginal es potencialmente placentera para todas las mujeres, independientemente de su orientación sexual.

Mientras que podemos asumir que hay una diferencia entre lo que hacen sexualmente las mujeres heterosexuales y las lesbianas, esto no es cierto. Ellas tienen potencialmente los mismos intereses, necesidades, y deseos, y en consecuencia se involucran en las mismas actividades. Las mujeres homosexuales se involucran en cada clase de actividad sexual en la que se involucran las mujeres heterosexuales, y viceversa. El hecho de que la vasta mayoría de las mujeres, lesbianas, bisexuales y heterosexuales, son educadas en familias y comunidades heterosexuales, resulta en los mismos modelos de roles y expectativas sexuales, sin mencionar la misma anatomía y diversidad sexual. La anatomía de la pareja de una mujer no afecta sus necesidades y deseos. La sociedad, los grupos sociales, y las mismas mujeres deben tener cuidado de no restringir lo que esa mujer puede hacer con su pareja, basada en su orientación sexual o en la anatomía de su pareja.

Aprendiendo de las Lesbianas
Algo que los hombres y sus parejas femeninas pueden aprender de las lesbianas es el uso de los dedos y las manos para estimular la vagina de la mujer. Las lesbianas no tienen pene entonces a menudo confían en sus dedos y manos sensibles y flexibles para estimular la vagina de modo que ningún pene jamás podría. Ellas usan sus dedos no sólo para penetrar adentro-afuera, sino también para explorar lentamente todos los detalles. Ellas acarician las paredes vaginales y despiertan terminaciones nerviosas ocultas. Pueden buscar y explorar su punto-G o estirar lentamente y llenar la vagina con su mano entera. Algunas mujeres todo cuanto necesitan y desean es un simple dedo, entonces discutan las cosas antes de entusiasmarse demasiado. Usen abundante lubricación, corten y limen las uñas de sus dedos, y usen quizá guantes de cirugía o vinílicos. La pareja de la mujer puede realmente sentirse más cerca de ella usando sus manos en cambio de su pene para darle placer, porque pueden observar su placer más fácilmente y están menos distraídos por su propio cuerpo y sus deseos.

La Presión Puesta Sobre Los Hombres
Un pene está hecho de carne y sangre y nuestras expectativas sobre él son raras veces reales. No debemos olvidar que pegado a ese pene hay un hombre vivo respirando. En el apuro para satisfacer las necesidades sexuales de la mujer podemos esperar demasiado de los hombres y sus penes; no quiere decir que los hombres sean inferiores a las mujeres, es sólo que un pene funciona también como un clítoris. Ponemos enorme presión sobre los hombres, esperando que logren y mantengan una erección sin eyacular durante largos períodos de tiempo. Desde un punto de vista evolutivo y reproductivo esta probablemente no sea una expectativa muy realista. Esto es pedirle demasiado y es la razón por la que Viagra tiene tanta demanda, incluso por aquellos que no son impotentes.

Cuando los hombres fracasan en cumplir con estas expectativas irreales, no sólo les provocamos un golpe emocional, sino también nos estamos llevando en este proceso su placer, causándoles un sentimiento de culpa. No les permitimos disfrutar de sus orgasmos si ocurren antes de los de su pareja. El miedo a fallar les causa, tanto a adolescentes como a hombres, la imposibilidad de lograr una erección, o su erección cae rápidamente cuando intentan el coito. Pueden estar tan nerviosos y agitados que eyaculan rápidamente. Como resultado, los hombres están comenzando a ser los que tienen "dolor de cabeza."

Nota: Aprendiendo y usando los ejercicios de Kegel, los varones pueden aprender a tener un mejor control sobre sus erecciones y orgasmos, aumentando no sólo su propio placer, sino también el de su pareja. Aunque no es un método anticonceptivo confiable, hay veces que no eyacular puede tener sus beneficios.

Las mujeres a menudo se juzgan a sí mismas basadas en la performance del pene de su pareja, causándoles sentimientos destructivos de fracaso. La mujer es llevada a creer que si su pareja la encuentra atractiva y deseable, su pene se pondrá erecto automáticamente cuando desean coito, e incluso, cuando no lo desean. Mientras que algunas pueden ver a su pareja como hiper-sexual, también esperan erecciones frecuentes para demostrar lo deseables que son. Cuando la pareja de una mujer no experimenta una erección, a menudo se siente en falta. Mientras que la mujer puede ver la incapacidad de su pareja para lograr una erección como una falla personal (de ella,) puede proyectar estos sentimientos sobre su pareja. Ella no quiere sentirse en falta entonces los culpa y quizá los menosprecia. Mientras que ella puede decir que no es razón para preocuparse, sus expresiones y actitudes pueden decir otra cosa. Porque rara vez queremos hacer una introspección, es mucho más fácil culpar a otros, y quizá sea un mecanismo de autoprotección. La mujer puede rechazar a su pareja más que canalizar sus propios sentimientos de falla. Esto es muy dañino para la mujer, y sus relaciones con los hombres. Si las mujeres miran el pene de su pareja como validación, sencillamente no la encontrarán.

Vibradores
Muchas parejas han encontrado que colocando un vibrador encima o cerca del clítoris de la mujer durante el coito, aumenta la posibilidad de orgasmo. Ubicar un vibrador directamente contra el clítoris de la mujer puede no ser necesario o deseable, ubicar uno arriba del monte púbico o labios mayores a menudo resulta en suficiente estimulación clitoridiana para que ocurra el orgasmo. Una elección posible es un vibrador en forma de varita, como el Hitachi Magic Wand. Los vibradores recargables pueden ser más convenientes, porque no poseen cordón que moleste en el camino. El pequeño pero poderoso Pocket Rocket a baterías trabaja muy bien, y es mencionado otra vez más abajo. Si el vibrador es potente, para amortiguar las vibraciones, ponga una pequeña toalla doblada entre el clítoris de la mujer y el vibrador. Los vibradores deben ser vistos como un modo de mejorar el placer sexual, no para obtenerlo de él.

Dildos y Arneses: No Sólo Para Mujeres
Mientras que muchos suponen que sólo las lesbianas tendrían que usar un dildo en un arnés, los hombres también pueden usarlo y de hecho lo usan. Al usar un dildo en lugar de su pene, los hombres realmente pueden relajarse y disfrutar del sexo con su pareja mucho más, porque lejos, hay menos presión por rendimiento, es decir, estrés. Ellos tienen mucho menos para preocuparse. No tienen que estar esforzándose por no eyacular muy rápido o por perder la erección. Pueden literalmente acostarse y relajarse. Sacándose algo del miedo y de las dudas de sí mismos, muchos hombres van a experimentar mayor felicidad sexual. Cuando el hombre quiere experimentar el orgasmo, siempre y cuando lo desee, la pareja puede involucrarse en cualquier actividad sexual que quiera, incluyendo el coito pene-vagina.

Mientras que algunos pueden estar preocupados por la posible pérdida de intimidad, esto no ocurre. La cantidad de contacto físico disminuye muy poco al usar un dildo. La intimidad emocional siempre tiene mayor importancia. Si la pareja está preparada mentalmente, no sosteniendo la falsa expectativa de que un "hombre" debe tener una erección y eyacular para haber "sexo," la intimidad no estará afectada adversamente. Téngalo en mente, el contacto pene/vagina no garantiza intimidad. Puede realmente incluso aumentar la intimidad, porque habrá menos cosas que distraigan a la pareja. Él ya no estará preocupado por durar lo suficiente y ella ya no estará preocupada por demorar tanto. Si experimentan mayor placer con menos temores, el sexo será más placentero y satisfactorio para ambos.

El uso de un dildo en un arnés puede aumentar el número de actividades sexuales que puede explorar una pareja, y la longitud de esas actividades. La mujer puede cabalgar a su pareja y posiblemente acariciar su clítoris, mientras balancea sus caderas en tanto su corazón desea; permitiendo a su pareja observar y compartir su placer con menores distracciones. La pareja puede alternarse haciendo el balanceo pélvico o penetración y extendiendo la duración del coito. Pueden simplemente abrazarse mientras que la mujer disfruta de la sensación de su vagina siendo llenada. La mujer puede explorar y descubrir si más grande realmente es mejor, o cambiar a más pequeño cuando sea necesario. La pareja puede explorar el cambio de roles usando la mujer el arnés y penetrando a su pareja. Esto permite que los hombres "heterosexuales" exploren la fellatio y la penetración anal. Un dildo y un arnés mejorarán las experiencias sexuales de una pareja más que llevárselas, si están abiertos a la idea. Como nota interesante, hay lesbianas que sienten que son mejores parejas sexuales a causa de su pene; un dildo en un arnés está siempre erecto y nunca deben preocuparse por eyacular demasiado rápidamente, pero como consecuencia su pareja puede esperar maratones y sexo acrobático.

Al llegar al sexo con penetración, las mujeres tienen naturalmente una variedad de necesidades y deseos. La pareja puede elegir un dildo de tamaño, firmeza, y textura, que satisfaga las necesidades y deseos individuales de la mujer durante cada actividad sexual. Por ejemplo, durante la fellatio y el sexo anal ella puede preferir un dildo pequeño y flexible, pero uno grande y firme durante el coito vaginal. Si la mujer encuentra la penetración profunda dolorosa, puede elegir un dildo de tamaño apropiado. Si ella desea más estimulación puede elegir uno con bultos y surcos. Ella puede elegir un dildo con forma apropiada para estimular el punto-G. Debe notarse que los dildos de siliconas son quizá la mejor elección en cuanto a materiales, así como los dildos hechos de cyberskin, pero éstos son más caros y de cuidado más difícil que los de siliconas. La pareja debería invertir en un arnés y dildos de alta calidad, porque los baratos de plástico sencillamente no funcionan; los especiales "todo-en-uno" de 20 dólares van en la basura, no en el dormitorio. Una inversión de 100 dólares le servirá a la pareja por muchos años.


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