Es cierto. Ahora que el paro azota gravemente el país y los españoles se afanan en encontrar un empleo por encima de todo, las empresas se aprovechan de la desesperación de los desempleados y de la excesiva demanda laboral para engañar a los trabajadores y llevárselos a su terreno. Circunstancia que se produce cada vez con mayor frecuencia en diferentes espacios, no solo en Internet, donde practicar el phishinges mucho más facil en cuanto que ocultas tu identidad, sino también en algunos diarios o en algunos anuncios callejeros. Todo se muestra como algo maravilloso, una oferta de trabajo que parece caída del cielo, a la que ningún empleado se negaría y a la que tú, demasiado ignorante o confiado, no osas negarte. Al cabo de un corto tiempo, el engaño aparece y tus expectativas quedan frustradas.
Por eso, ahora lo importante quizás no sea combatir esas prácticas ilegales empresariales, que también, sino aprender a evitarlas, ya que nosotros como trabajadores no podemos interceder en el primer aspecto. Lo que sí que podemos hacer es autoprepararnos para cuando alguna persona o entidad ponga en riesgo nuestra integridad y recursos económicos. Defendernos ante el fraude laboral. Expertos en temas laborales afirman que la frecuencia de este tipo de ofertas falsas ha aumentado estripitosamente con la crisis económica, aunque siguen siendo un porcentaje bajo en el conjunto del mercado laboral. Margarita Chico, directora general de Trabajando.com, aseguró que: “En la actualidad, de 100 ofertas de empleo que se publican en la mayoría de empresas que nos dedicamos a la búsqueda de talento, entre dos y tres son falsas”. Todo empieza con un anuncio, posteriormente se imparte un curso motivacional y al final se le acaba cobrando al postulante una cantidad de dinero para que pueda continuar en el proceso. Entonces se le da un puesto de trabajo, falso por supuesto. Este es el modus operandi más usual en estas actividades.
¿Cómo identificar ofertas falsas? Tan fácil como conociendo algunas de sus características habituales. Conociéndolas, sabremos identificarlas a tiempo y descartarlas antes de embaucarnos en el engaño. Estas prácticas las realizan empresas que ofrecen servicios y que se constituyen, en teoría, formalmente y hasta tienen oficinas, pero no tienen bienes y tampoco está claro quiénes son sus dueños o representantes legales. Para empezar, aunque es lógico, la lógica nos traiciona de vez en cuando, por lo que cabe recordar que una oferta de empleo seria nunca va a solicitar dinero para participar por un puesto vacante. Más cosas que debemos tener en cuenta: ninguna empresa seria ofrece puestos de trabajo sin experiencia; las compañías no piden datos personales como los de tarjetas bancarias; el salario ofrecido no puede ser demasiado alto, si es superior a la media del mercado es mejor desconfiar. Más aspectos a mencionar, los horarios. Horarios flexibles y marcados a tu antojo es fruto de engaño, un trabajo estable requiere un horario fijo laboral. Los bonos y recompensaciones extra no pueden ser superiores a la ley, no nos engatusemos con el dinero que podamos llegar a ganar. El trato personal es signo de confianza, si el trato es a distancia, hay gato encerrado. Y, por supuesto, la contratación del trabajador no es un proceso inmediato. Si te llaman para contratarte de hoy a mañana, es tan engañoso como los mensajes que puedes recibir de: te han tocado 12.000 euros porque has sido elegido.
Estar alerta no significa rehusar todas las ofertas de trabajo que nos lleguen. Podemos ser desconfiados en su justa medida, sin llegar a desaprovechar las grandes oportunidades que nos brinde la vida. Eso sí, no bajemos la guardia en ningún momento.
Fuente: eleconomista.com
Foto: Ben Lucier
Autor: Joseph Mercier
Etiqueta: Empleo, Empleos Falsos, Ofertas Falsas, Trabajo
Publicado el: 10 enero 2012
_________________
No vayas por donde el camino te lleve,
ve por donde no hay camino, y deja huella.