EL SISTEMA INMUNITARIO: DEFENSA Y RESISTENCIA:
Consideramos al sistema inmunitario como un cuerpo de policía que nos protege. Cuando los bacilos atacan nuestro cuerpo, el primero en reaccionar para eliminar a estos invasores es nuestro propio sistema de defensa, llamado "sistema inmunológico" porque años después de entrar en contacto con las sustancias extrañas nuestro cuerpo puede seguir "inmune". Las sustancias que nos defienden contra los "enemigos" externos (bacterias, virus u hongos) se llaman anticuerpos. Las enfermedades refuerzan nuestro sistema inmunológico, dado que este aprende a luchar contra los microorganismos que provocan las enfermedades.
Este sistema está formado por células (glóbulos blancos o leucocitos), proteínas, tejidos y órganos especiales que protegen al organismo de infecciones, identificando y eliminando agentes patógenos (antígenos). En la mayoría de los casos, el sistema inmunitario realiza un gran trabajo manteniéndonos sanos y previniendo posibles infecciones.
Hay dos tipos básicos de leucocitos:
-Los fagocitos son células que destruyen a los organismos invasores fagocitándolos, es decir, devorándolos literalmente
-Los linfocitos vienen a ser como la memoria del cuerpo en lo que a infecciones se refiere, ya que le permiten recodar y reconocer a invasores previos. Una vez los linfocitos fabrican anticuerpos, éstos siguen existiendo en el organismo de la persona y cuando ésta enferma lo más habitual es que quede inmune.
Debido a que hay enfermedades que son muy peligrosas, a finales del siglo XIX se empezaron a utilizar las vacunas. Cuando nos vacunamos, solicitamos "refuerzos". El funcionamiento de este sistema de protección depende de la nuestra historia de protección o de abandono. Situaciones de desprotección bajan las defensas.
Hay dos tipos de vacunas:
-La vacuna pasiva, en forma de elementos de defensa que introducen en nuestro cuerpo para luchar contra la invasión.
-La vacuna activa, se inyectan elementos patógenos debilitados o muertos (o sus toxinas) para que el propio cuerpo desarrolle la capacidad de defenderse. Introducen en el organismo el antígeno de un modo que desencadena en su organismo la respuesta de fabricación de anticuerpos que protegerán de ataques.
Una de las enfermedades más temidas es el sida, síndrome de inmunodeficiencia adquirida, en la que un virus destruye nuestro sistema de defensa. Enfermedad que expresa el firme convencimiento de no ser apoyado por la vida, de ser una víctima.
Una mirada preventiva y positiva:
Lo que es fuera es dentro y lo que es dentro es fuera. Nuestra relación con el mundo es la misma que entre la imagen y el espejo. Por esto, cuanto más desprotegidos nos sintamos por fuera, más ineficaz se hará nuestro sistema inmunitario interior. Bajan las defensas y los invasores nos dañan, por fuera y por dentro.
Un trabajo para reforzar el sistema inmunitario, iría encaminado hacia el desarrollo de la capacidad de autoafirmación, la autoestima, la asertividad e incluso al aprendizaje de artes marciales, de defensa personal.
También la risa tiene un efecto muy positivo sobre nuestro organismo, reír reduce la producción de las hormonas del estrés y refuerza nuestro sistema inmunológico.