Entrevista Roberto Giusti a Fernando Gerbasi, ex viceministro de Relaciones Exteriores ( El UNIVERSAL)
"Todo depende de cómo evolucionen las acusaciones. Hasta ahora solo vemos la punta del iceberg"
El hecho de que sea una instancia judicial española, con "superjueces" cuya independencia ante los otros poderes no está en duda, es garantía de que el juicio llegará, (esta vez no se trata de mero palabrerío) hasta las últimas consecuencias y las responsabilidades sobre planificación de magnicidios, así como apoyo y protección a grupos terroristas en territorio nacional por parte del Gobierno venezolano, quedarán establecidas en caso de comprobarse. Esa, al menos, es la impresión de Fernando Gerbasi, director del Centro Estratégico de la Universidad Metropolitana y ex viceministro de Relaciones Exteriores.
-El auto judicial del juez Velasco, de la Audiencia Nacional Española, ¿no compromete, más allá del destino personal de Chávez, la suerte de todo el país tomando en cuenta que están en juego no sólo las relaciones diplomáticas con España o Colombia, sino con la Unión Europea?
-Es una situación que se irá complicando a medida que se desarrolle el juicio, declaren los acusados de ETA y de las FARC, así como miembros de los cuerpos de seguridad de España y Colombia. Creo que saldrán a la luz elementos que comprometen la situación del Gobierno venezolano frente a la Unión Europea y la comunidad internacional. En el caso de Unión Europea porque ellos catalogan a ETA y FARC como organizaciones terroristas y una acción emprendida contra un país miembro se considera que afecta a los otros. Además de eso está el hecho, en caso de que el juicio sea corto, de que España ostenta la presidencia de la Unión Europea.
-Se refería usted a la comunidad internacional.
-Porque hay una resolución de la ONU referida a la lucha contra el terrorismo. Allí se establece que todos los países deben abstenerse de proporcionar cualquier tipo de apoyo, activo o pasivo, a quienes participen en actos de terrorismo, amén de que en el Consejo de Seguridad funciona un Comité Antiterrorista. Así que la situación es sumamente grave y Venezuela es un país bajo sospecha ante la comunidad internacional porque, además del terrorismo, está acusado de hacer la vista gorda ante el narcotráfico y se reconoce que interviene en asuntos internos de otros países. Ahí están los casos de Honduras o de México, (con la expulsión del embajador Vladimir Villegas), así como las Casas del Alba en Perú y muchos otros más . Frente a eso el Gobierno no encuentra una forma creíble de argumentar sus razones y se limita al insulto o señalamientos extemporáneos como el de que existe una acción internacional patrocinada por el imperialismo en contra de la revolución bolivariana.
-Le preguntaba sobre las repercusiones que el caso puede tener para el país y los ciudadanos en general.
-Las explicaciones no se las debe el gobierno de Chávez únicamente a España o a la comunidad internacional, sino a los venezolanos, porque las consecuencias pueden ser graves: ruptura de relaciones diplomáticas, sanciones económicas y políticas y situaciones desventajosas para los turistas venezolanos en el exterior.
-¿No ha sido blandengue y contradictoria la reacción del Gobierno español?
-Las contradicciones ocurren porque hay varias posturas en el Gobierno español. Zapatero pide explicaciones y el canciller Moratinos habla de que solo se solicitó información, mientras el lenguaje de los ministros del Interior y de Defensa es más fuerte. No debe olvidarse que así como las FARC son rechazadas por la inmensa mayoría de los colombianos, lo mismo ocurre con ETA en España. Y la cosa va más allá porque se ha convertido en un problema político interno y el Partido Popular lo ha asumido como la defensa de la hispanidad. El argumento es simple pero poderoso: ¿cómo es posible que un gobierno extranjero haya colaborado con una organización terrorista que tanto daño le ha hecho a la sociedad española? Pareciera, entonces, que el P.P. está dispuesto a llevar el caso hasta sus últimas consecuencias. A eso debemos agregarle que en este momento le lleva una ventaja de casi seis puntos al PSOE.
-Uno podría pensar que el P.P. está atacando por todos los flancos a un gobierno que, como el de Zapatero, está muy debilitado y enfrenta una grave crisis económica. ¿Por qué no apareció antes el juez Velasco, si desde hace años había denuncias sobre la vinculación Chávez, FARC, ETA?
-Eso es verdad porque, al parecer, esta investigación se inició hace 17 años. Pero obviamente se necesita tiempo para recabar y procesar la información. Incluso, por lo que he podido indagar, en el caso no sólo está involucrado el juez Velasco. Así, magistrados como (Baltasar) Garzón, han llevado investigaciones paralelas sobre otros casos vinculados a este. No sé si hay una acción política detrás de todo esto, pero entiendo que la Audiencia Nacional protege a estos superjueces, de altísimo nivel, muy respetados y cuya actuación es de total independencia ante los poderes Ejecutivo y Legislativo.
-Los señalamientos contenidos en el auto del Juez Velasco son muy graves porque se refieren a una conspiración para asesinar al ex presidente Pastrana y al presidente Uribe, además de indicar que en Venezuela los etarras entrenaron a miembros de las FARC y de las FBL en la técnica y manejo de artefactos explosivos, con el apoyo y protección de organismos de seguridad venezolanos. Ante estas acusaciones, ¿cuál podría ser el destino personal de Chávez?
-En el peor de los casos, este podría llegar a la Corte Penal Internacional de La Haya. Todo depende de cómo evolucionen las acusaciones. Hasta ahora lo que estamos observando es la punta del iceberg. Ahora, lo que señalas es fundamental porque la acusación no solo va dirigida hacia una acción concertada para atentar contra la vida de dos colombianos en el momento en que ejercían la presidencia de la República, sino incluso para otros funcionarios de nacionalidad colombiana que ostentaban altas responsabilidades, incluyendo a la embajadora en Madrid, Noemí Sanín. Estamos, entonces, ante un señalamiento de homicidio que contaría con el apoyo, e incluso la promoción, del Estado venezolano
-¿No tiene razón Chávez cuando advierte que los señalamientos se fundamentan, únicamente, en los contenidos de las computadoras de Reyes, que podrían haber sido manipuladas?
-Eso es cierto, pero también lo es que Chávez y altísimos representantes de su gobierno, como Ramón Rodríguez Chacín o el actual canciller, han mantenido una relación ambigua y equívoca con las FARC a lo largo de los últimos años. Ha habido momentos en que el propio Presidente se ha declarado neutral, ha reclamado que se les otorgue el estatus de beligerancia y ha solicitado un minuto de silencio por la muerte de Reyes. Entonces esa ausencia de definición ante una organización reconocida internacionalmente como narco-terrorista, genera profundas dudas y sobre todo cuando aparecen indicios de que ha habido una confabulación en la que habría participado el Gobierno venezolano para permitir que dos grupos terroristas se coaliguen en territorio nacional con finalidades criminales que podrían llegar al magnicidio.
-En uno de los momentos de tensión que han confrontado los presidentes colombiano y venezolano (luego de la muerte de Raúl Reyes) Uribe amenazó con llevar a Chávez al Tribunal Internacional de La Haya.
-A veces el presidente Uribe ha mantenido un silencio cómplice frente a muchas actuaciones del presidente Chávez. Incluso, en esta nueva situación, su reacción no ha sido diáfana. Su cautela, aun cuando reconoce que se le advirtió sobre una mano extranjera en la planificación de los atentados, deja una duda en el aire. El tendría que ser mucho más claro si tiene informaciones que involucren al presidente Chávez.
-Esas informaciones lo tienen a él como la fuente primordial y así lo dijo Chávez.
-Porque todo se genera en las computadoras de Reyes. Ahora, el juez dispone de elementos adicionales porque en el auto aparecen otros hechos que van más allá de las computadoras. El juicio será interesante por las declaraciones que puedan aportar los acusados, ya presos, y los mismos investigadores.
-Luego están las solicitudes de extradición de etarras que actuaban en Venezuela como enlaces de las FARC.
-Estos vivían en Venezuela pero aparecieron en Francia, de donde se trasladaban a España para cometer atentados.
-Por eso, Chávez descarga toda la responsabilidad sobre Carlos Andrés Pérez.
-Eso es un absurdo porque también tendría que descargarla sobre Fidel Castro. Ese fue un acuerdo tripartito (Pérez, Felipe González, Castro), quienes acordaron darle refugio a unos etarras que, en su mayoría, se han insertado pacíficamente en las sociedades que los han acogido.
Roberto Giusti
EL UNIVERSAL