ORLANDO OCHOA TERÁN en Inteligencia Corporativa - Quinto Día
Como era de esperarse la respuesta del gobierno bolivariano al exhorto del ex presidente Andrés Pastrana para que respondiera a las acusaciones de la Audiencia Nacional de España sobre su cooperación con la ETA y las FARC no fue muy clara, no fue concreta y mucho menos directa.
Apegado a su infinito ritornelo y sin consideración al celestinaje internacional que le han brindado Moratinos y Zapatero, el presidente Chávez no pudo encontrar algo más original que acusar al gobierno español de haberse orquestado con el imperialismo yanqui para responder sobre las serias acusaciones de cooperar con la alianza de las FARC y ETA. En una más primitiva declaración el canciller Maduro declaró la acusación como “inaceptable”, entre otras babiecadas que sospechosamente eludían el fondo de la denuncia.
Isaías Rodríguez, con esos ojos de Bambi que según él escrutan la verdad, aseguró, con aires de abogado serio “que el acto de apertura descansa en presunciones fundadas en elementos muy frágiles, y que no hay pruebas contundentes”.
Las graves acusaciones de la Audiencia Nacional, en las cuales se señalan nombres, circunstancias agravantes y un cúmulo de evidencias coinciden en parte con el informe Anual sobre Control y Estrategia Internacional Antinarcóticos del Departamento de Estado. En este documento se concluye que elementos de las fuerzas de seguridad de Venezuela asisten a organizaciones terroristas extranjeras (FTO), como las FARC y el ELN.
``Un permisivo y corrupto ambiente en Venezuela, junto con el aumento de los esfuerzos de interdicción de drogas en el Caribe, América Central y México, han convertido al país en una de las rutas preferidas para el tráfico de drogas ilícitas de América del Sur’’, añade el informe.
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¿Coincidencias? Estas acusaciones también coinciden con el de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de la ONU. La JIFE determinó que Venezuela sigue siendo uno de los principales países de transbordo de la “mayor parte de la droga”, específicamente la cocaína, procedente de Colombia y Perú en ruta hacia África y Europa occidental.
Desde hace dos años la JIFE espera permiso del Gobierno bolivariano para visitar el país.
Tampoco es coincidencia que la Organización Mundial de Aduanas indique que “la mayor parte de la cocaína que ingresa a Europa occidental procede de la República Bolivariana de Venezuela que sigue la ruta de África central y África occidental”.
No es casualidad que en África occidental estén ubicados los países islámicos más cercanos a la política de Irán y de Al Qaeda de ese continente, donde precisamente se ha concentrado una extraña ofensiva diplomática bolivariana.
En los países de esta región con los cuales se han abierto relaciones diplomáticas también se han firmado decenas de tratados de cooperación.
Casi todos incluyen el tema militar y su implementación es un secreto.
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El síndrome Panamá Este cúmulo de acusaciones internacionales a las cuales se podría añadir el desfavorable informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, asedian a un gobierno de por sí debilitado por la peor crisis de infraestructura en su historia, La CIDH ofrece detalles de cómo el gobierno bolivariano ha desmantelado la independencia del poder judicial, intimidado o eliminado los medios de comunicación de la oposición, despojado de poderes a líderes electos de la oposición y usado falsos delitos para silenciar grupos de derechos humanos.
Desde los tiempos en que Manuel Noriega amenazaba a sus conciudadanos y a la comunidad internacional blandiendo un machete, no se había visto un gobierno más comprometido con actividades que afectan a otras naciones y constituyen una amenaza para la región. No son pocas las veces que dirigentes oficialistas, con razones, han advertido que el imperialismo sigue el patrón que algunos llaman el síndrome de Panamá.
En estas terribles circunstancias, paradójicamente, la única salida del atrapado gobierno bolivariano se la ofrece la oposición que se proclama unida pero permanece desunida. La misma que sin el menor pudor promete que logrará una mayoría en la Asamblea Nacional que presuntamente sería reconocida por el mismo gobierno que acusan haber hecho añicos el Estado de Derecho y ejercer el más impúdico ventajismo electoral de la historia de Venezuela.
De acuerdo a esta oferta electoral, a través del control de la Asamblea Nacional, la oposición restablecerá la democracia. Colorín colorado…