El colpaso de la electricidad, admitido ahora por el Gobierno tras haber abandonado planes de inversiones y de mantenimiento en el sector, amenaza con afectar seriamente la economía del país
1. Ineficiencia. Desde hace 8 años, aún antes de que al gobierno se le ocurriera estatizar Electricidad de Caracas y convertir esta eficiente compañía privada en un ministerio más, expertos en energía eléctrica, como el grupo de privilegiados profesionales y académicos que trabajan en la Universidad Simón Bolívar, habían advertido los peligros que corría el país ante un serio colapso del suministro eléctrico.
Pero es obvio que no les hicieron caso. ¿La razón? El Gobierno estaba ocupado con todas las elecciones y en fin de cuentas este “panel de expertos” no figuraba en las planillas de inscripción del PSUV.
2. Improvisación. Hoy cuando el país se ve involucrado en una grave crisis que amenaza con dejar a Venezuela a oscuras, al gobierno se le ocurre desarrollar un programa de recortes por sectores, que terminó por “electrocutar” al ministro Ángel Rodríguez, luego el arribo de un inminente represor cubano Ramiro Valdés y ahora un plan anunciado por el propio Presidente de sanciones y obligaciones de consumo, que para muchos expertos se trata de un aumento disimulado de tarifas a un secor de la sociedad.
3. Represión energética. El plan de ahorro para el área metropolitana anunciado por el presidente Hugo Chávez busca penalizar a los mayores consumidores a través del incremento de la factura o hasta la suspensión definitiva del servicio para comercios e industrias. Entran en la categoría de “grandes consumidores” los usuarios residenciales que utilicen 500 kilovatios/hora al mes, quienes deberán reducir su consumo al menos en 20%. Los comerciales e industriales que consuman más de 25 kilovatios amperios también serán penalizados. El programa establece para la primera semana de visita una notificación pública; si el comercio o el sector reincide en la falta durante la segunda semana, se le hará la suspensión del servicio por 24 horas; la tercera vez será por 48 horas; e indefinida si la cuarta semana continúa. Si la reducción es de 20% habrá un descuento de 50% en la factura mensual del consumidor, si es de 10%, el descuento será de 25%; pero si el ahorro es menor a 10% se hará un recargo de 75%, y aquellos que eleven su consumo entre 10% y 20% pagarán un aumento de 100% y 200% por el servicio.
4. ¿Y el huso horario? El presidente de la Comisión de Energía de Fedecámaras y ex presidente de Elecentro, Guillermo Ovalles, considera que la solución inmediata para la crisis eléctrica sería regresar al anterior huso horario que regía a Venezuela. A pesar de que esto no tendría ningún costo económico y aliviaría las cargas sobre el sector privado, el Gobierno no ha tomado esa decisión. Pareciera que lo que buscara el Ejecutivo es que los venezolanos sean quienes corran con las consecuencias de su ineptitud durante estos once años.
5. Medidas compulsivas. El presidente ejecutivo de Conindustrias, Ismael Pérez Vigil, aseguró que medidas como la aplicación de un plan de racionamiento no traerá mayores cambios en el ahorro energético porque afectará la economía del país. Por lo tanto, aseguró que Venezuela necesita un plan creíble por parte del Estado, que contemple realizar las inversiones pertinentes para solucionar la crisis energética a mediano y largo plazo. “Las medidas compulsivas no conllevan a mejor cosa”.
6. Publicidad a la cubana. En Gaceta Oficial Nº 39.364, el Gobierno prohibió el uso de energía eléctrica en sistemas de publicidad, vallas y avisos publicitarios luminosos durante la crisis energética. Farmacias, centros de salud e instalaciones de seguridad ciudadana podrán utilizar sistemas de iluminación tipo LED o bombillos ahorradores de electricidad, pero personas naturales y jurídicas deberán cumplir las medidas en caso de que tengan publicidades interiores o exteriores luminosas. En caso de que se produzca una infracción de la medida, Corpoelec cortará el servicio eléctrico de forma indefinida
7. “La culpa es de El Niño”. Aunque el Gobierno insiste en que la crisis energética es consecuencia del fenómeno climático “El Niño”, algunos analistas sostienen que las deficiencias en la generación son consecuencia de la falta de planificación y el despilfarro de las inversiones públicas en esa área. Para el año 2000, el sistema eléctrico nacional aún tenía capacidad térmica disponible; en este caso, el Gobierno apostó a la pronta llegada de las lluvias y contó con esa capacidad para cubrir la demanda, sin tomar las medidas de control y la aceleración en ejecución de las inversiones previstas o programada, ni informó a los usuarios de la crítica situación del suministro eléctrico. ¿De quién es la culpa entonces
8. “Ahorro” vs Productividad. Comerciantes temen que sus negocios quiebren, pues no manifiestan que no saben cómo ahorrar electricidad sin que esto afecte la productividad de sus negocios, que ya está deteriorada por la crisis de las empresas básicas, el incremento del costo de vida, la escasez de algunos productos y el incremento de los suministros importados a un nuevo tipo de cambio a 4,30 bolívares por dólar. Además de esto, los comerciantes reclaman que el Gobierno no corre con los gastos de los equipos que se han dañado con las idas repentinas de luz.
9. Incapacidad. El Comité de Afectados por los Apagones rechazó las medidas de ahorro eléctrico por considerar que “sancionan y criminalizan a los usuarios que no tienen la culpa de la incapacidad del Gobierno por no fortalecer el parque termoeléctrico del país”. “Esto es un vulgar aumento”, dijo la presidenta del comité, Aixa López, quien también reclamó que no haya manera de que los usuarios puedan saber cómo disminuir la cantidad de kilovatios para evitar la penalización.
10. “El embalse está normal”. Algunos expertos advierten que, si continúa el ritmo de caída de 13 centímetros diarios en el Guri, el colapso de la central hidroeléctrica será el próximo 6 de abril. Fuentes del sector eléctrico han revelado que oficialmente el Guri tiene siete turbinas fuera de servicio, de las cuales la 2 y la 6 registran daños por problemas de vibración que impiden la generación eficiente de 1.000 Mw. Sin embargo, el presidente de la Electrificación del Carona (Edelca), Igor Gaviria, asegura que el Guri está “lejos de llegar a colapso” porque la cota se encuentra en 256,93 metros sobre el nivel del mar y “para una sequía normal debería estar por encima de los 265 metros”. Gaviria reiteró que “nada va a pasar”, porque el Gobierno, por fin, en diciembre decidió tomar medidas eléctricas como “la restricción de electricidad en las empresas básicas de Guayana, en los organismos oficiales, a los grandes usuarios residenciales, más el racionamiento a la población, lo que garantizará que el sector eléctrico pueda cumplir con su misión”.
Diario Tal Cual