TODOS TENEMOS ASIGNATURAS PENDIENTES
En mi opinión, este es un asunto que tal vez nos hermane a casi todos, porque las vidas plenas no suelen ser habituales. Más bien vamos arrastrando como podemos diversos pesares y penas, frustraciones de todos los tamaños, pérdidas, desilusiones, y una sensación de que tenemos cosas que siempre quisimos hacer y aún siguen en la carpeta de “Asuntos Pendientes”.
Tenemos sueños sin cumplir, deseos que no han llegado a convertirse en realidad, ilusiones que se quedaron solamente en la ilusión y ahora viven desilusionadas. Tenemos una vida sin completar llena de vacíos que transportamos a cuestas soportando su dolor pero sin hacer algo por llenarlos.
Tenemos asuntos o problemas sin resolver, cuestiones que no supimos solucionar bien en su momento o deseos que aplazamos continuamente… tenemos arrepentimientos por cosas que, si pudiésemos, volveríamos atrás y las remataríamos de otro modo.
En casi todas las vidas aparecen pensamientos que comienzan con “si hubiese hecho aquello...”, “si hubiese elegido otra cosa…”, “si hubiese dicho lo que callé…”, y en esos pensamientos se arrastra un pesar que se manifiesta en forma de una profunda tristeza o un doloroso arrepentimiento. Son asuntos que no han sido bien resueltos y quedan pendientes de resolver bien.
Sobre todo en los momentos de inestabilidad, o en los que la tristeza nos domina, o cuando nos sentimos bajos sentimentalmente, aparecen esa especie de auto-reproches, y la reclamación de poder volver al pasado para zanjar bien esas Asignaturas que tenemos Pendientes.
Casi siempre hay un “alguien” con quien uno siente que no se comportó bien, aparece una relación que no se desarrolló de un modo que ahora parezca satisfactorio, no se dio un beso que se deseaba, no se dijo una palabra o uno se quedó con un abrazo que ahora quema en los brazos y en el alma.
Si hay una tendencia notable a mirar hacia atrás con una añoranza adolorida ante ciertas situaciones porque quedaron inconclusas o mal cerradas, o porque nos gustaría aclarar un malentendido o reemplazar una actuación equivocada por otra correcta; si no nos despedimos del modo adecuado de aquella persona querida, o no hicimos lo suficiente por alguien que nos necesitó o que le decepcionamos, o si nos culpabilizamos a menudo por nuestro pasado, tal vez sea ahora el momento de hacerlo bien si es posible.
Ahora creemos –aunque tal vez no sea cierto- que hubo actuaciones que apreciamos de distinto modo que cuando sucedieron, y tal vez no es que ahora seamos más sabios –que posiblemente lo seamos. Aunque también, tal vez, un sentimiento de fracaso o de culpa esté aumentando y distorsionando aquella realidad.
Para verificar o desmantelar los sentimientos que tenemos respecto a esas Asignaturas, conviene antes mirar con objetividad si se debe a que no nos gusta nuestra vida actual y buscamos un responsable o un culpable para ello, o si es que estamos buscando una perfección en todos los actos de nuestra vida -cosa que debido a que somos humanos es imposible- y queremos remediar lo que no nos parece bien, o si es que ahora pensamos que nos perdimos oportunidades especiales, o es que nos reprochamos una cobardía por algo que no fuimos capaz de afrontar en su momento, o es que nos calificamos como irresponsables.
Tomamos las equivocaciones del pasado como fracasos personales y no como lo que realmente son: aprendizajes. Entonces no sabíamos y si no lo hubiésemos hecho entonces, ahora no sabríamos.
¿CÓMO APROBAR LAS ASIGNATURAS PENDIENTES?
Nos encontraremos con casos imposibles de resolver por motivos físicos, pero siempre nos queda la opción válida de dirigirnos a esa persona físicamente, o a ese hecho desde el corazón -preferiblemente en una oración o una meditación-, diciendo lo que realmente queremos decir, o pedir perdón, o reconocer humildemente la culpa, o dar las gracias.
Si es un asunto en que hay personas implicadas y no existen impedimentos reales –como su muerte-, es mejor resolverlo en persona o por teléfono, explicando el arrepentimiento o el dolor o el deseo de reconciliación con la persona.
Si la asignatura pendiente es un viaje o es hacer cualquier cosa que siempre se quiso hacer o es atreverse o es darse un capricho y ello es posible… ¡adelante y a por ello!
Conviene tener una vida lo más plena y en paz que sea posible, y si para ello tenemos que aprobar ciertas Asignaturas Pendientes… empecemos, ya inaplazablemente, desde ahora mismo, a la tarea.
Hacerlo nos dará tranquilidad y Amor Propio.
Te dejo con tus reflexiones…
Francisco de Sales
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