CAPÍTULO 86 - NO REUNIRSE PARA REVISAR CÓMO VA LA RELACIÓN
– EQUIVOCACIONES HABITUALES -
Este es el capítulo 86 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER.
La relación va evolucionando en unos aspectos, se estanca o se hunde rápidamente en otros, cambia o evoluciona, se reinventa, crece, descubre nuevas rutas y nuevos intereses… y también entra en la rutina –ese mal que es darlo todo por supuesto- y al hacerlo, en muchos casos, eso descarta que se haga un chequeo o una revisión de todos los aspectos que la componen para ser revisados y para colaborar ambos y conscientemente en esa actualización.
Es perfecto e imprescindible hacer ese examen regularmente, como se hace un inventario en un negocio o una empresa, para evaluar todos los componentes, cómo siguen las cosas que les unen, cuáles son los peligros potenciales que acechan, saber de los sueños aún pendientes de realizar, agregar los nuevos intereses que han ido apareciendo, controlar las reservas de amor que quedan…
En esa revisión vigilante se comprueban los puntos que se han hecho fuertes y los que se han debilitado, se confirma y reafirma la posibilidad de seguir juntos, se habla de las felicidades que ha encontrado cada uno y, con cuidado pero sin callárselo, de las insatisfacciones que hay pero se podrían evitar.
Aunque en el día a día se puede ir adelantando esta tarea, y de ese modo tenerla actualizada, sí que es conveniente hacer un repaso más profundo e intenso de vez en cuando. El ánimo con el que se ha de hacer tiene que ser absolutamente constructivo. No es un examen para ver quién saca la nota más alta. No es una competición para averiguar quién lo hace mejor y quién peor. Se trata de revisar cómo está cada apartado para sentirse satisfechos de los que vayan bien, para poner solución a lo que no estén siendo agradables, y para avivar los que necesiten más pasión. Todo con una sonrisa, todo con mucho amor. La dirección correcta de la pareja es la que les lleva a ser cada día mejores y estar cada día más amorosamente unidos.
Y no hay que cejar en el empeño de llevar la relación a las cotas más altas. Conviene sentirse satisfechos con lo alcanzado pero al mismo tiempo ser insaciables en el amor.
No es bueno conformarse con la norma que dice que la pasión se va apagando y, en algunos casos, la rutina acaba convirtiendo a los enamorados en camaradas. No vale apalancarse porque el resto de parejas también pierden la efervescencia y se apoltronan. No aporta mucho conformarse con ser los menos malos.
Estará bien organizar momentos en los que revisar cómo va la relación, que está compuesta por dos socios que tienen que revisar las cuentas de cómo va su sociedad.
Es necesario hacerlo, por supuesto, desde una posición de honradez y trasparencia, con sinceridad y buena intención, pero, además, es recomendable una autocrítica previa, por separado, para llegar a esa reunión con las cosas bastante claras, y a partir de la exposición personal de cada uno de ellos, pasar a la autocrítica conjunta de la pareja como entidad.
Conviene buscar un tiempo en que haya una tranquilidad absoluta para hablar todo lo que sea necesario, y un lugar donde poder hablar sin prisa y sin interferencias: ni niños que se pueden despertar, ni que sea una hora en que el cansancio se entrometa, ni antes de tener que hacer algo que es inaplazable, porque puede que en el mejor momento tuviera que interrumpirse y eso no es lo adecuado. Sería ideal, si fuera posible, un fin de semana fuera de casa.
Pero que no se aplace continuamente porque no se encuentra la ocasión óptima. Es muy recomendable hacerlo, y, por supuesto, que sea para bien. O sea, no centrarse exclusivamente en lo que no funciona, en los asuntos negativos, sino valorar con la misma ecuanimidad lo que está yendo positivamente, los avances, las satisfacciones, la felicidad…que el balance final sea justo.
SUGERENCIAS PARA ESTE CASO:
- La continuidad o el fracaso de la relación depende de ambos.
- Por el bien de la relación es conveniente potenciar aún más los aspectos que van bien y poner remedio a los que no van bien.
- Conviene poner toda la objetividad en esta revisión y no menospreciar los fallos, no eludir responsabilidades, y llegar a acuerdos que beneficien a ambos.
- Estará bien organizar momentos en los que revisar cómo va la relación, que está compuesta por dos socios que tienen que revisar las cuentas de cómo va su sociedad.
Francisco de Sales
(Si le interesa ver los capítulos anteriores, están publicados aquí:
http://buscandome.es/index.php/board,89.0.html)